domingo, 22 de julio de 2012
A tempo
Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo: un tiempo para nacer y un tiempo para morir; un tiempo para plantar y un tiempo para cosechar.
Eclesiastés 3:1,2
El nacimiento de Constanza Olivieri estaba previsto para el 21 de junio. Sin embargo, llegó el invierno y de la nena ni noticias. Los primeros días no preocuparon a la doctora y mucho menos a la madre, pero comenzando julio, ya se programaba la cesárea. Jorge Olivieri, el padre, se negaba terminantemente a la intervención.
- Déjenla en paz. Ya va a nacer cuando tenga ganas.
- Usted no entiende, Olivieri; hay un tiempo para todo y no se puede luchar contra eso. Es peligroso; puede traer consecuencias que va a lamentar el resto de su vida - le explicaba la doctora.
Finalmente, el 15 de julio - intervención quirúrgica mediante - nace Constanza en perfectas condiciones. A pesar de tener una inteligencia muy desarrollada para su edad, entró a la escuela con sus 6 años bien cumplidos, porque sólo los nacidos hasta el 30 de junio podían inscribirse con 5. Si bien era sociable, no pudo forjar ninguna amistad con sus compañeros de aula que realmente la marcara. En el recreo siempre intentaba acercarse a los de segundo, pero - los chicos suelen ser crueles - la rechazaban por ser más chica. Se conformó con la amistad que le ofrecían sus compañeras, sin que esto terminara de complacerla totalmente. Nunca le gustaron los chicos de su edad; le parecían inmaduros, casi tontos. En la facultad conoció a Ricardo, algunos años mayor que ella, y enseguida comenzaron a salir. Se sentía cómoda con él, pero no enamorada. Compartían charlas, los amigos de Ricardo se transformaron en sus amigos y por primera vez sintió que pertenecía a un lugar.
A los 23 años consiguió su primer trabajo. El día que se presentó en aquella oficina, conoció a Julio Richardi. Cuando lo vió sintió que su cara comenzaba a arder sin ningún motivo. Titubeó al decir su propio nombre y rió estúpidamente cuando él le sonrió.
Se encerró en el baño y lloró desconsoladamente. Hacía un mes y medio que se había casado con Ricardo.
viernes, 13 de julio de 2012
Donde el diablo perdió el poncho
sábado, 7 de julio de 2012
Circe x 2
viernes, 6 de julio de 2012
Volarem humanum est
lunes, 18 de junio de 2012
Pequeña semblanza de un político pueblerino (o no)
martes, 12 de junio de 2012
El cazador
domingo, 10 de junio de 2012
Tragedia matinal
sábado, 9 de junio de 2012
jueves, 31 de mayo de 2012
viernes, 25 de mayo de 2012
Ay, patria mía
sábado, 19 de mayo de 2012
Francisco

jueves, 17 de mayo de 2012
Amores de morondanga VIII
lunes, 14 de mayo de 2012
Reflexiones II
domingo, 13 de mayo de 2012
Reflexiones
¿Qué nos queda? ¿En quién confiar?, me pregunto atribulada.
Por eso he decidido abrir en este blog una nueva sección para la reflexión, para unir nuestros corazones en busca de LA VERDAD, LA CORDURA, EL CONOCIMIENTO INTERIOR.
Quizás suene pretencioso, lo sé. Pero confío, queridos míos, en vuestros criteriosos comentarios que harán que entre todos veamos la luz.
Comencemos cruzando las piernas en posición de flor de loto (si no te sale, como a mi, quedate sentado, nomas. No hay problema)
La primera duda que intentaremos disipar, a los efectos de generar una onda de reciprocidad amistosa entre hombres y mujeres, y así poder - por qué no - generar el día de mañana encuentros de paz y amor es:
- ¿Por qué lloran por la mujer que los dejó, si cuando estaban con ella no le daban ni cinco de bola? Resumiendo: ¿quién carajo entiende a los hombres?
Comprendo que en principio, muchos saltarán al grito de "¡Mentira!, Estamos frente a una mujer despechada, hermanos", incluso alguno intentará tirar abajo las destrezas sexuales de mi último amante.
Por eso, documentaré mis dichos recurriendo a letras de diversas canciones escritas por manos masculinas:
Yo no me dí cuenta de que te tenía/hasta el mismo día en que te perdí,/y vi claramente lo que te quería/ cuando ya no había remedio pa' mí.
Tu ilusión fue de cristal,/se rompió cuando partí/pues nunca, nunca más volví…/¡Qué amarga fue tu pena!/No te olvides de mi/de tu Gricel/me dijiste al besar/el cristo aquél/y hoy que vivo enloquecido/porque no te olvidé/ni te acuerdas de mí/Gricel, Gricel.
No supe comprender tu desesperación/y alegre me alejé en alas de otro amor.../¡Qué solo y triste me encontré/cuando me vi tan lejos/y mi engaño comprobé!
¿Dónde estás, para decirte/que hoy he vuelto arrepentido a buscar tu amor?
Ya estoy escuchando a algunos argumentar que estas son canciones viejas, que los hombres evolucionaron, blablabla. Vengamos más acá en el tiempo:
Lo siento si alguna vez te he herido/y no supe darme cuenta a tiempo/mientras soportabas en silencio/tal vez algún desprecio/tal vez no sirva de nada/el darme cuenta ahora/sólo importas tu ...
Ya no me llamas por teléfono, es la señal que todo acabo,/antes lo hacías, y siempre era yo quien te pedía que no./Desde ese día en que te abandone juraste volverías por mi/yo no quería y no volviste mas, y hoy te vengo a decir.../si estas contéstame, vamos atiéndeme/yo se que he sido un tonto y que, de ti me enamore.../y no lo supe ver...
Después me vienen con Freud, la histeria femenina y la mar en coche. Vamos, confiesen. Son muy gatos Floros, muchachos.
PORQUE SI VAMOS A REFLEXIONAR EN PAZ, HAY QUE SINCERARSE, CARAJO. OK? NO ME HAGAN CALENTAR.
Ahora si me despido. Que la fuerza los acompañe.
Namasté.
jueves, 10 de mayo de 2012
miércoles, 9 de mayo de 2012
Llueve
domingo, 6 de mayo de 2012
Feliz cumpleaños a mi.
Lo primero que hacen es sacudirte y pegarte dos cachetazos en el culo. Eso es para que te vayas acostumbrando a lo que va a venir.
A mi me tocó llegar al mundo hace 40 años, el 6 de Mayo del 72. Mi vieja siempre me cuenta que fue un parto divino; es más, ella creía que estaba un poco descompuesta por la comida. O sea, me confundió con un pedo. Terrible. Yo peleando por salir y ella pensando que se estaba por mandar una cagada.
La que pensó que realmente mi nacimiento fue una cagada fue mi hermanita. Eso pasa generalmente cuando uno no tiene la dicha de nacer primero. En principio, para que la pendejita más grande no se ponga celosa, le hacen regalos más lindos que a vos - total sos chiquita y no te vas a dar cuenta - como si eso sirviera para menguar el odio con el que te mira, mientras te acaricia la cabeza, justo después que mamá le explicara que los bebés no tienen la mollerita cerrada.
Una, gracias a Dios, es inocente de las maldades ajenas y ríe. De qué, no se sabe. Viene tu madre y te dice "acatá" y te descostillás. Viene tu abuelo y te dice "cuchichichichitrilita" y te ahogás de risa. Viene tu padre y te sopla la panza y te retorcés a las carcajadas. Una es inocente y un poco pelotuda, pero no viene al caso.
Después crecí. Fuí al Jardín de Infantes - donde conocí a mi primera gran amiga, Gilda -, mamá nos manda a danza con mi hermana con la intención de que seamos señoritas delicadas, a inglés para que seamos señoritas cultas, a hacer los mandados (para no ir ella, que está cansada) y descubro que además de mi hermana, con la que ya nos habíamos acostumbramos a convivir y casi casi nos queríamos, hay otras criaturas y que algunos son varones. Por primera vez en la vida cometo el gran error: me enamoro perdidamente.
Mi novio se llamaba Gustavo. Fuimos novios hasta Sexto grado, aunque él se enteró muchos años después. Yo debería haberme dado cuenta en ese momento que los hombres son un poco lentos, pero no. Seguí teniendo fe en ellos.
En ese interín, mis padres no tuvieron mejor idea que tener otro hijo. Nació el nene cuando yo tenía ocho años. La verdad, lo amé desde que lo vi, azul como un pitufo y lleno de cables en la incubadora.
Pero pasé a ser la hija del medio. Sin comentarios.
Vino la adolescencia, la secundaria (no me vengan con el polimodal y la mar en coche: se-cun-da-ria), diversos novietes un poco más rápidos que Gustavo con las manos pero igual de lentos con la cabecita. Estaban en plena edad del pavo, claro.
Decidí desde ese momento que no volvería a salir con gente de mi edad.
Por primera vez perdí a un ser amado: mi abuelo Ángel.
Terminó Quinto año - donde conocí a mi segunda gran amiga (por orden cronológico, no se peleen): Karen - y en Pehuajó, ciudad donde vivía, no había universidad. Como yo quería ser abogada (no, no me puteen todavía que me arrepentí a tiempo) me fui a vivir, solita con mi alma a Mar del Plata.
Me sentía adulta, madura, vivía en una casa que era totalmente mía y donde podía decidir que hacer. Por eso no lavaba los platos hasta que me quedaba sin siquiera una tabla para comer y no hacía la cama. Pero para poner el broche de oro a mi adultez, comencé a trabajar a los dos meses de cumplir dieciocho. Iba de la facultad al trabajo y del trabajo a la facultad.
Y lo conocía a él. Un hombre hecho y derecho con pelos en el pecho, compañero de trabajo: Guillermo. Tenía 22 años. Nos enamoramos. Esta vez él se enteró que era mi novio y, como si eso fuera poco, se fue a vivir conmigo. Después me separé.
Con el tiempo volví a formar pareja, me volví a separar, volví a formar pareja, me volví a separar, volvía a formar pareja, me volví a separar .... siempre con Guilermo, claro. Es que eramos un poco pasionales. Pero debo reconocer que nos peleábamos con la misma intensidad con la que nos reconciliábamos. Viajamos, nos divertimos, fuimos a bailar, a la playa, a reuniones, a recitales, no gritábamos, nos odiábamos, nos celábamos. Hasta que llegó la separación definitiva.
Volví vencida a la casita de mis viejos.
Como el hombre, la mujer también es un animal que vuelve a tropezar con la misma piedra, así que me enamoré de nuevo. Esta vez de un hombre que no tenia nada que ver con el anterior; con el que no teníamos ni un sí ni un no. Hablábamos muy poco. Pero teníamos sexo, y por ende, tuvimos dos hijos. Y la verdad, nos es que yo sea la madre, pero nos salieron divinos. Un día, callado como los doce años que pasamos juntos, decidió irse de casa. Y yo cambié la cerradura. Eso fue todo; lamento no poder divertirlos con historias de intrigas y de engaños. Ironías de la vida, hoy podemos pasar ratos largos meta charla.
Y me enamoré otra vez. ¿Otra vez? Si, otra vez. Soy terca, soy taurina. Esta vez amplíe mis horizontes y busqué un novio porteño. 350 kilómetros de ida, 350 kilómetros de vuelta, horas de celular, horas de micro él y la raya del culo casi despintada. Cuatro años pasamos atravesando ciudades y autopistas para vernos. Hasta que también se terminó.
Volví a perder a otro ser amado: mi padre.
Eso es, en resumen, lo que he hecho en estos cuarenta años.
Fui embrión, bebé, niña, hija, hermana, nieta, bailarina, estudiante, amiga, ¡fui flaca!, empleada, enamoradiza y madre. Descubrí que los que amamos se van, pero de alguna manera se quedan, que lo que se gana con el fruto del trabajo es más gratificante que lo que te regalan por nada, que la pasión se consume, que el amor se va apagando de a poquito, que ser mamá hace que el mundo deje definitivamente de girar alrededor de tu ombligo, que te hace entender a tus viejos, que si vivimos poniendo la otra mejilla terminamos con la cara inflamada, que aunque duela hay que decir basta, que hay que perdonarse cuando nos equivocamos y que siempre hay que estar enamorado. Sobre todo, de la vida.
jueves, 3 de mayo de 2012
Lo que natura non da
Digo yo, por el mismo precio ¿no le podría sacar las bolsitas de los ojos a mi marido?
miércoles, 2 de mayo de 2012
Apenas Penas
Carlos Casellas es el responsable de esos sonetos que me fascinan y me provocan envidia (si, te lo confieso. Yo soy un desastre rimando). En cambio, en el lápiz de Carlos la poesía fluye.
En el 2008 publicó su primer libro Llevarás en la piel.
Para el segundo, De diluvios y andenes, esperó hasta el 2012.
En noviembre de 2011 se presenta en su primer concurso internacional de poesía y - obviamente - lo gana. El premio fue la edición de su tercer libro Oceanario.
El concurso lo ganó con un poema que es maravilloso, pero yo me voy a dar permiso para transcribir otro, que personalmente me encanta.
desvelo del amor en catarata,
que confundes tejados con el cielo
y te limpias la boca en mi corbata;
a Usted, que con dos besos desbarata
los lunes tormentosos de pomelo,
de las vidas que llevas siendo gata
apártame un abril de terciopelo.
Con las otras que restan, improvisa,
yo soy un partenaire en estas lides
de ver salir el sol cuando amanece;
penitente, me quedo en tu cornisa,
si precisas mi boca me la pides,
maúlla cuando quieras que te bese.
La verdad, te merecés ese premio y más.
Y a mis amigos los invito a que pasen por su blog Apenas Penas y la verdad, no sean tacaños y compren los libros, che.
lunes, 30 de abril de 2012
Los mártires de Chicago
El Primero de Mayo se recuerda a los mártires de Chicago en casi todo el mundo, excepto en Estados Unidos. Irónico, no?
Lo que pedían los trabajadores de casi todos los puntos del país, era la jornada laboral de ocho horas. En 1868, la Ley Ingersoll, establecía la jornada de ocho horas. Al poco tiempo, diecinueve estados sancionaron leyes con jornadas máximas de ocho y diez horas, aunque siempre con cláusulas que permitían aumentarlas a entre 14 y 18 horas. Anteriormente existía una ley que prohibía trabajar más de 18 horas, salvo caso de necesidad. Aun así, debido a la falta de cumplimiento de la Ley Ingersoll, las organizaciones laborales y sindicales de EE.UU. se movilizaron.
La huelga del 1 de Mayo de 1886 fue masiva, pero - por supuesto - los reclamos no tuvieron eco. Si bien hubo algunos disturbios, los peores sucesos ocurrieron en los días sucesivos. El 3, el sindicato de la madera convoca a una reunión, que es fuertemente reprimida por la Pinkerton, produciendo varios muertos y heridos. El 4 se llamó a una concentración, en un acto público. Cuando ya había finalizado y los trabajadores se desconcentraban, la policía avanzó en forma amenazante sobre los manifestantes. Entonces alguien lanzó una bomba contra la policía, abatiendo a algunos e hiriendo a otros. Por supuesto, la respuesta no se hizo esperar. Se abrió fuego contra los trabajadores matando a muchos e hiriendo a 200.
La bomba le dio la excusa perfecta a la justicia para arrestar a 8 sindicalistas, 6 de ellos extranjeros.
En un juicio claramente fraudulento se determina que 7 serían ahorcados y uno condenado a 15 años (casualmente uno de los norteamericanos).
Spies, Fischer, Engel y Parsons subieron al patíbulo el 11 de noviembre. Lingg se "suicidó" antes de esa fecha.
El escándalo fue tan grande que a Fielden y Schwab se les conmutó la pena de muerte por la de prisión perpetua. La movilización de las fuerzas sindicalistas hizo que el 26 de julio de 1893 se les otorgar el ‘perdón absoluto’ a Samuel Fielden, Oscar Neebe y Michael Schwab.
De todas maneras, no vamos a andar creyendo que con esto terminó la persecuta contra los anarquistas extranjeros. No nos olvidemos de Sacco y Vanzetti.
Y vengamos más para acá en el tiempo y en el espacio:
- El ingenio azucarero Ledesma de Jujuy proveyó de camiones al Ejército para el secuestro de sus trabajadores.
- En la Mercedes-Benz y la Ford los trabajadores eran secuestrados con listas negras proporcionados por los directivos. Las dos automotrices tienen características similares: las victimas fueron trabajadores delegados de sección o integrantes de la comisión interna.
- En la puerta de Siderca, perteneciente al Grupo Techint, se instaló personal del Ejército con un listado de obreros “indeseables” proporcionados por la empresa. Los detenidos fueron alojados en un centro clandestino en el Tiro Federal de Campana, contiguo a la fábrica, que se comunicaba con el predio por una puerta.
Hoy, sindicalistas que no nombraremos pero todos sabemos de quienes hablamos, avergüenzan a los trabajadores llenándose los bolsillos con el dinero de sus afiliados.
Pero hubo otros.
No nos olvidemos.
jueves, 26 de abril de 2012
Tener y perder
Marga era de esas rubias de las que no se pueden sacar los ojos de encima. No era necesariamente linda, pero la voz, la forma distante en que se dirigía a todos y un cuerpo imponente la ponían en un pedestal al que la mayoría no se animaba a acceder.
Durante un tiempo mantuvieron con Sergio una relación extraña, donde Román oficiaba de vocero. Le llevaba a Marga los mensajes del amigo y era el receptor de las sonrisas que éstos generaban en ella. Inclusive fue él el que le preguntó si quería encontrarse con Sergio a la salida del colegio, en el barcito del Tano. Recibió una estocada en el pecho cuando ella le dijo que sí.
Empezó a compartir sus salidas, viendo como se tomaban de la mano y besaban sin reparos.
Con los años, Román fue el testigo del casamiento y padrino del primer hijo de la pareja. Él también se casó y llevó una vida normal.
Una tarde, mientras trabajaba en su oficina, Marga entró sin anunciarse con rastros visibles en la cara de haber llorado.
- No puedo más. Sergio me engaña. Lo descubrí ayer, revisando su celular.
- Es imposible, él te adora.
- No - dijo ella y se arrojó llorando en sus brazos - él nunca supo amarme como vos.
Román la besó, le secó las lágrimas, la acarició y terminaron haciendo el amor sobre el escritorio de su oficina como dos desesperados.
Esa misma tarde, al quedarse solo, planificó como decirle a su mujer que tenían que separarse y buscar una linda casa para mudarse con Marga.
La llamó varias veces pero ella no contestó el celular.
Recibió, en cambio, un mensaje de Sergio que decía:
Tremendo despelote con Marga. La llevo unos días a París a ver si se le pasa. Cuando vuelva te cuento.
Llegó a su casa. Su mujer lo esperaba con la cena. La miró y supo que nunca más podría ser feliz.
lunes, 23 de abril de 2012
Perder el colectivo
Llueve a cántaros.
Rodolfo Marconi corre por la calle vacía buscando un taxi en vano. No le queda más remedio que quedarse en la parada de colectivo, resguardándose bajo un tinglado de chapa, que encima gotea.
Pasa un auto a toda velocidad que levanta el agua del cordón y lo empapa.
Lamenta haberse puesto esos zapatos nuevos.
Intenta sin suerte encender un cigarillo cuando escucha una voz femenina.
- ¿Tenés fuego?
Cuando levanta los ojos se encuentra con una rubia con ojos de gata, con un impermeable cruzado, zapatos de tacón y el pelo impecable.
- Claro, aunque no creo que tengamos suerte - dice sonriendo.
- Nada cuesta con probar.
Por arte a magia, una lumbre roja ilumina la sonrisa de la rubia.
- ¿Viste? Todo es posible cuando llueve en esta calle. ¿Cuál es tu nombre?
- Rodolfo. ¿Y el tuyo, preciosa?
- Lauren.
Desde la esquina se ve doblar al colectivo.
- ¿Subís? - pregunta él.
- No, me gusta la lluvia. Quedate conmigo.
Rodolfo se sintió ridículo al lado de esa belleza, con su traje empapado y el sombrero que chorreaba agua . Se alejo en el colectivo, mirando a la chica desde la ventanilla del 60.
Recorre esa calle a diario desde hace meses, esperando verla, pero el servicio meteorológico anuncia tiempos de sequía.
jueves, 19 de abril de 2012
Cosecharás tu siembra
Sentado en un rincón de su propio velorio, hacía un recuento de las personas que lloraban lágrimas de compromiso, de las que habían mandado coronas para figurar, de las que se reían en la cocina mientras tomaban café. Ninguno parecía realmente afligido, excepto el cadete de su empresa, un muchacho joven con el que apenas había cruzado unas palabras. El chico lloraba con verdadera congoja, sin animarse a acercarse al cajón.
- No se merecía lo que le pasó. Una verdadera desgracia - repetía en voz baja mientras sacudía la cabeza, sin que nadie reparara en su presencia.
Si su condición de fantasma se lo hubiera permitido, Adalberto Flores habría tomado la mano del joven para consolarlo.
Mientras sus hijos discutían por el manejo de la empresa, sus empleados sacaban cuentas de quienes pasarían a ocupar los cargos vacantes, su viuda planificaba un viaje consuelo por Europa, esa pobre criatura a la que él había tratado incluso con menosprecio, sufría por su muerte.
- No te lo merecías. Una verdadera desgracia, viejo hijo de una gran puta. Mirá que venirte a morir en un telo con tu amante.
lunes, 16 de abril de 2012
Dios y el mazo (refrito)
Nunca pudo entender, a pesar de ser un ferviente estudioso de la palabra de Dios, si ser bueno era un premio o un castigo.
Aún así, durante toda su vida ofreció la otra mejilla, dio al César lo del César y a Dios lo de Dios quedándose con las sobras, jamás miró a la mujer de su prójimo con ojos lujuriosos ni juró en vano. Soportó con entereza la época de las vacas flacas y llegó a su vejez esperando vacas gordas que nunca vinieron.
En su lecho de muerte, levantó sus ojos al Cielo y preguntó:
- ¿Por qué, Señor? ¿Por qué me has olvidado?
Una voz lejana y grave le contestó:
- Por pelotudo.
viernes, 13 de abril de 2012
miércoles, 11 de abril de 2012
Adiós a la tristeza
Llegó de pronto; no esperaba su visita. Como una tía vieja y molesta, pide que la atendamos. - Traeme un vasito de lágrimas de la madrugada - me dice. Y no me pregunten que clase de hechizo me tiene cautiva, pero accedo sin chistar. La tirana lo disfruta y se agranda.
Me pregunto, enojada, quién la dejó entrar. No me queda más remedio que reconocer que fui yo. Intenté culparlo a él, a los vecinos, a los compañeros de trabajo, hasta al almacenero. Pero si otros abrieron la puerta, yo no la cerré y la instalé en mi casa.
Encima, es una pésima huésped. Me lleva todo el día dar vueltas alrededor de ella, y cuanto más caso le hago, más difícil es de llevar.
Por eso hoy he decidido mudarme. Que se quede sola, en el sillón de mimbre; si quiere lágrimas, que llore ella.
Yo tengo mejores cosas que hacer.
sábado, 17 de marzo de 2012
Las tres
Hoy comimos temprano. Después mamá me bañó y me puso la camisa de cuadritos que me regaló la abuela.
Me dijo que me quede quietito en el sillón esperando a papá porque él se enoja con ella cuando estoy sucio.
No quise comer el postre porque el último domingo que fuimos a pasear me prometió que me iba a llevar a la heladería y voy a pedir un cucurucho enorme de tres gustos.
Afuera los chicos están jugando con las bicicletas; no quiero salir y ponerme roñoso.
Ya miré todas las películas de dibujitos que tengo, pero no me voy a mover. Mirá si justo papá toca el timbre y no lo escucho.
¿Con quién hablará mamá por teléfono que está tan enojada?¿Está llorando?
Me acerco a la ventana para ver a los chicos que juegan, pero ya deben estar en sus casas porque está oscuro.
¿Faltará mucho para las tres?
sábado, 10 de marzo de 2012
Fiesta
Entonces llegó la Paz, y entre los tres la pasaron bárbaro.
jueves, 8 de marzo de 2012
Feliz día (y mejor noche), mujeres
I can wash out 44 pairs of socks and have 'em hangin out on the line
I can starch & iron 2 dozens shirts 'fore you can count from 1 to 9
I can scoop up a great big dipper full of lard from the drippins can
Throw it in the skillet, go out & do my shopping, be back before it melts in the pan
'Cause I'm a woman! W-O-M-A-N, I'll say it again
I can rub & scrub this old house til it's shinin like a dime
Feed the baby, grease the car, & powder my face at the same time
Get all dressed up, go out and swing til 4 a.m. and then
Lay down at 5, jump up at 6, and start all over again
'Cause I'm a woman! W-O-M-A-N, I'll say it again
If you come to me sickly you know I'm gonna make you well
If you come to me all hexed up you know I'm gonna break the spell
If you come to me hungry you know I'm gonna fill you full of grits
If it's lovin you're likin, I'll kiss you and give you the shiverin' fits
'Cause I'm a woman! W-O-M-A-N, I'll say it again
I can stretch! a green black dollar bill from here to kindom come!
I can play the numbers pay the bills and still end up with some!
I got a twenty-dollar gold piece says there ain't nothing I can't do
I can make a dress out of a feed bag and I can make a man out of you
'Cause I'm a woman! W-O-M-A-N, I'll say it again
'Cause I'm a woman! W-O-M-A-N, and that's all.
jueves, 1 de marzo de 2012
martes, 21 de febrero de 2012
Renuncia del Fénix
jueves, 16 de febrero de 2012
Parole
martes, 14 de febrero de 2012
Buscado
Se recomienda no confiarse de su aspecto bonachón y hacer oídos sordos a sus promesas.
Está armado con flechas narcotizadas que producen pérdida de lucidez. Si bien el efecto suele ser transitorio, durante la duración del mismo los afectados pueden realizar actos que van contra sus principios. Inclusive, algunos se han casado.
Se desconocen los principios activos del narcótico que utiliza, pero es altamente adictivo.
Si ya fue atacado por él ..... jódase. ¿A quién se le ocurre darle crédito a un gordo, culón, en bolas y con alas?
domingo, 12 de febrero de 2012
Frío en barra

El calor tiene buena prensa, el calor es sensual. El verano es amigo de los romances pasionales y pasajeros.
Pero hoy defiendo al frío en Barra Libre.
jueves, 9 de febrero de 2012
Plegaria para un niño dormido

martes, 7 de febrero de 2012
Los del barrio
sábado, 4 de febrero de 2012
Aviso a la población
martes, 31 de enero de 2012
Bébase con moderación
lunes, 16 de enero de 2012
Supersticiones
Llámeme supersticioso si quiere, pero yo le aseguro que cada vez que piso la intersección de Jujuy y Uriburu tengo una discusión con mi mujer.
Ríase, nomás, pero es así como le digo.
Y si quiero ir a algún lugar rápido, me conviene alejarme de Mitre y Alem. Ahí siempre me pierdo. Por más que vaya con la dirección anotada, mire. Llego y me quedo parado por horas sin acordarme a dónde iba.
Si paso por Rivadavia y Lima, al otro día clavado que me duele la cabeza.
No me mire así, hombre. Le digo la verdad. Aunque en el fondo lo entiendo. A mí me llevó años de discusiones, extravíos y dolores de cabeza convencerme.
Pero desde que abandoné esas esquinas no sabe lo bien que me va.
Eso si, cuando extraño un poco aquella vida voy al bar de Tito, que está a mitad de cuadra.