
Nos bombardean con discursos los que estuvieron escondiditos y muertos de pánico hasta hace unos años.
Nos dicen que el pueblo que vive con la vista en el pasado no puede avanzar.
Nos quieren explicar que - al fin y al cabo - tan mal no estabamos, que si vos no te metías con nadie, nadie se metía con vos, que algo habrán hecho los que desaparecieron y algo habrán hecho también los hijos recién nacidos de los que seguramente algo habían hecho. Por eso siguen desaparecidos y en manos de sus captores, gente buena que los educó bien.
Y pretenden que olvidemos los periodistas que vendieron su pluma, los empresarios que se llenaron de plata, los jueces que cerraron los ojos, para poder seguir vendiendo sus plumas a nuevos postores y llenándose de plata y cerrando los ojos.
Los traidores pretenden que olvidemos.
Los traidores dicen que la memoria duele.
Y si.
Duele.
Y dan ganas de llorar.
Llora nomas botija
son macanas
que los hombres no lloran
aqui lloramos todos.
Gritamos berreamos moqueamos chillamos
maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse.
Llora pero no olvides.
Mario Benedetti