viernes, 20 de septiembre de 2013

El puerto

Nos gustaba ir al puerto cada vez que nos hacíamos la rata. El color de las barcazas, los lobos marinos que nadaban en el agua sucia y después se tendían malolientes al sol, los hombres manipulando las redes, las chicas que iban con sus guardapolvos celestes a trabajar a las cámaras frigoríficas, todo ejercía sobre nosotros un influjo del que no podíamos escapar, sumando, además, que la zona quedaba lo suficientemente lejos del control paterno.
El pintoresco cuadro era completado por el loco que hablaba con el mar. Recorría las dársenas con pasos torpes, alertando tormentas, dando la ubicación exacta de los bancos de anchoítas, avisando la llegada de los pescadores o cualquier otra información que, según él, el mar creyera que era importante brindar. Después de repartir los mensajes con voz baja y un tono uniforme que no conocía de puntos y comas, se sentaba en las piedras de la escollera norte con los ojos cerrados y permanecía ahí durante horas.
La coincidencia de los presagios marinos con los datos suministrados por el servicio meteorológico o las empresas pesqueras hacía que nadie tomara en serio al loco.
Sería octubre, porque el sol calentaba bastante, cuando lo vimos discutir a los gritos con uno de los pescadores del Carmelita. Era raro, porque nunca molestaba a nadie, pero parecía dispuesto a irse a las manos y todo. Las ganas de ver un poco de acción nos hizo correr hasta donde estaban. Por lo que entendimos, no quería que salieran. Lo corrieron a los empujones, pusieron en marcha los motores y se internaron en el mar.
A la noche me llamó Germán para avisarme que en todos los noticieros locales estaban avisando que el Carmelita no había vuelto. Le pedí permiso a mi vieja y me fui hasta el puerto en bondi. Estaba lleno de gente. Germán también estaba y me señaló al loco, que parecía más perdido que de costumbre y balbuceaba solo.
Después de ese día no volvimos más. Alguien me dijo que al loco lo mandaron a Jujuy, porque tenía parientes allá, y lo internaron.
Del Carmelita nunca más se tuvo noticias.


14 comentarios:

  1. yo, particularmente, la extrañé a ud.
    pero sabe qué
    el receso le vino bien
    volvió más escritora usted
    con otras ganas de narrar.
    me alegra
    me gusta
    disfruto

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  2. Amiga....que gusto leerte. Impecables descripciones del lugar.
    Encontraste a "Casandra del puerto".

    "les contaste un cuento sabiéndolo contar y pensaron que tu alma andaba mal"...

    Besos!

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  3. Un gran gusto leerte de nuevo. Saludos, Malena.

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  4. Por fin! Por fín publicando de local y con ese estilo tan querido por la plebe sedienta de cuentos tan disfrutables! El ostracismo del Loco tiene casi un toque de misericordia, en Jujuy no hay mar. Le mando un beso y me lo llevo!

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  5. Por fin! Por fín publicando de local y con ese estilo tan querido por la plebe sedienta de cuentos tan disfrutables! El ostracismo del Loco tiene casi un toque de misericordia, en Jujuy no hay mar. Le mando un beso y me lo llevo!

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  6. Volviste metiendo un gol!!!
    Me gusta, todo lo que escribís me gusta, no hace falta decirlo.
    Gracias por pasar, sí, es como con los viejos amigos, cuando te juntás...Zas!... pero igual se extraña!!!
    che, si me pasás una dirección te mando un gato con sombrero!! qué te parece?

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  7. Precioso, me dejé contar la historia como cuando nos contaban cuentos! Que disfrute Mariela!
    Al final se me helò un poco la sangre, esos locos existen, todos conocemos algunos. Yo conocì una loca a la que hubiese querido que llevaran a Jujuy...

    ...me fui yo, no a Jujuy, claro.

    Un gustazo!

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  8. Qué buena pintura, Male!!! Fuiste dando pinceladas que iban conformando el ambiente y las circunstancias. Y uno se deja llevar... Coincido con Gaby, fue como ir de la mano y estar en el puerto, ver los colores, olfatear los aromas y contemplar con curiosidad los personajes que pululan por la historia. Muy bueno, amigaza! Como decían en la escuela: "Sigue así" ;-) Abrazoooo!!!

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  9. Piba, Piba, Piba!.... ha vuelto usté, como las florcitas a mi balcón!
    y con sus linduras!
    estoy tan re contenta, que ni siquiera me pone triste, la triste imagen del loco internado en jujuy, mire.
    un re abrazo!

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  10. Gracias, gracias, gracias, gracias a todos. Por no aburrirse de mis idas y vueltas, por estar acá cuando vuelvo, por hacerme sentir que estoy en casa.

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  11. Volvió una noche, no la esperaba.. :)
    Besos, y de portazos no creo me ganes.

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  12. Y agrego, yo desterraría a cualquiera que me trate de ud, no recuerdo quien impuso la moda en blogger, no fue Yoni, seguro, vino de antes, me parece una boludez, aunque obviamente, abusé del usté en alguna época. Besotes, nena. Cero ganas de loguearme.

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  13. "Mañana va a llover", dijo el hombre de las largas barbas canas en el muelle.
    "¿Lo dice por cómo cruzan las aves su vuelo enloquecido? ¿Por cómo se adensan las nubes al horizonte? ¿Por cómo silba el viento entre las casas del puerto y se vela de ámbar la luna?
    "No, lo han dicho esta mañana en la BBC"

    Los-locos-ven-cosas-que-los-que-no-lo-son-SON-DEMASIADO-LIMITADOS-PARA-VER.

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  14. Es un bello cuento, y muy real pese a la aparente psicosis. Lo del rateo merece un libro. Besos.

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