sábado, 27 de noviembre de 2010

Abracadabra

Solo la 86 se animaba a romper la monotonía de la pampa, serpenteando entre los alambrados. Ni las lagartijas querían cruzarla a esa hora durante el verano.
El auto avanzaba a una velocidad constante, mientras sonaba la música monocorde que ofrecía la única estación de FM que se podía captar. En la pantalla del celular un texto apenas visible informaba que no había había señal. Se lamentó; hablar con alguien hubiera ayudado a romper esa modorra que estaba sintiendo. Aceleró para salir de ese desierto más rápido y pensó, sonriendo, que estaba metido dentro de un mal truco de magia: Nada por aquí, nada por allá.
Entonces aquel caballo apareció repentinamente en el camino y maravillado por su poder de hechicero, no hizo nada por esquivarlo.

48 comentarios:

  1. Un gran hechicero.
    En vez de conejos saca caballos de la chistera.
    Adiós modorra.

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Adiós modorra.
    Adiós caballo.
    Adiós auto.
    El hechicero solo tuvo un golpe en la cabeza que lo dejó alucinando con palomas blancas durante unos días. :)

    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Alguna vez, uno, cuando conduce, al cruzarse con algo, siente en su mente que ese algo lo atrae...

    Supongo que son cosas que pasan.

    Luego, cuando ese algo se va alejando, uno suspira...

    Saludos, amiga

    ResponderEliminar
  4. Suele pasar, la soledad y la monotonía ayudan a crear magia donde no existe, por eso, el error por "levitación mental" es el famoso talento que poseemos para la equivocación, que muchas veces nos cuesta la vida.

    Un cariño

    Juan

    ResponderEliminar
  5. Podríamos extrapolar un poquito a la vida esa escena. En una época en la que a pesar de estar superconectados con las nuevas tecnologías, cada vez más personas reconocen sentirse solas y llenas de rutina y monotonía, cuando algo distinto se cruza por nuestro camino solemos quedarnos embelesados demasiado tiempo. Dos décimas antes y seguimos nuestro camino, si acaso volteamos la cabeza para despedir al caballo con una mirada; dos décimas después y no hay camino que seguir.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. ay, Piba!

    tus textos siempre me dejan riéndome de tu magia o sin aliento por tu magia.

    abrazo en el umbral

    ResponderEliminar
  7. Antiqva:
    Casi como las mujeres frente a una vidriera. :)

    Juan:
    No hay nada que confunda más que la soledad. Nos lleva a poner cosas donde no las hay, o a no ver las que tenemos al lado.

    Sid:
    El secreto está en embelesarse el tiempo justo: ni tanto que enceguezca, ni tan poco que no se llegue a sentir el encanto. El problema es encontrar el límite, como pasa con casi todo.

    Miralunas:
    Gracias, che. Viniendo de alguien que escribe como vos es un halago doble.

    ResponderEliminar
  8. La vida es sueño, que decía aquel. Estar alelado, embobado, aturdido, extasiado, obnubilado, pasmado, atontado, perplejo, no es más que el efecto natural del guión enrevesado que es la vida. La lucidez es un milagro, o quizá tan solo un espejismo con el que intentamos doblegar la realidad a nuestros antojos.

    Besos y arrumacos varios desde España, Malena.

    ResponderEliminar
  9. Si sabremos los argentinos de encontronazos con animales sueltos en la ruta!la soledad y la modorra atraen al ensueño ... o a la pesadilla.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Te cuento , no se si sea soledad o modorra o una señal que me mandaron del cielo ...

    Iba yo en mi camioneta temprano sola, me toco un rojo o sea el semáforo hice alto y en cuestión de segundos no se que me paso acá se le llaman Marías a las mujeres que cargan a sus bebes en la espalda envueltas en un zarape , sentí un golpecito en mi ventana y la vi hacia muchísimo frió creme Male porque no miento, que paso no lo se pero volteo y vi a esa María con un bebesito cargado , lo increíble fue que era YO esa María era yo y la bebescita era una de mis hijas, la que estaba en la camioneta era una señora muy rica y yo le extendía la mano pidiendo dinero para alimentar a mi niña ( muy extraño ) duro segundos ,en eso escuche que varios coches pitaban y pitaban la luz ya estaba en verde eso me despertó o me volvió a la realidad cuando ya sentí que era yo o sea volví ya no vi a la María la cual era YO , vi realmente a una mujer muy pobre con una niña haciendo un frió que cortaba la piel escuchaba los autos atrás pitando que me moviera , no supe que hacer me orillé y comencé a llorar primero dando gracias a DIOS que yo no era esa mujer sino la mujer rica bueno en ese tiempo estaba bien con mi ex y economicamente estábamos muy muy bien Male yo era esa mujer rica baje de mi camioneta y abrace a esa mujer la verdadera Maria ,
    como soy exageradamente sensible sentí el dolor de ella de no tener alimento para su criatura yo me quite mi abrigo y en mi coche estaba una chaqueta de mi hija la tome y se los dí a ella, abrí mi bolso y le di lo que en ese momento traía se lo di todo, ella no lo podía creer .... A que voy con esto , que desde ese día comprendi lo bendecida que era al poderle dar a mis hijas lo que esa pobre mujer no le podía dar a la suya , llegue a casa aun pensando que me paso ?? porque vi que esa mujer era YO porque sentí que esa mujer era YO hasta el día de hoy no lo se, pero cada que veo una María trato de ayudar y doy gracias de que no soy una de ellas , Las Marías bajan de la sierra no saben leer ni escribir hablan dialectos son mujeres que no son ocupadas en ninguna parte porque no saben nuestro idioma como bajan a la ciudad muchas son violadas , siempre las veras con niños pequeños he visto Marías con 4 niños te parte el alma , el sentirme una de ellas uffffffff fue desgarrador
    hoy se les ve poco creo que el gobierno o las ayudo o ellas ya bajan menosa la Ciudad no se Male no se que ha pasado con las Marías ...

    Tu escrito me hizo recordar lo que viví aquel día en un Alto

    Besos en este día helado , como aquel dia

    ResponderEliminar
  11. Se me olvido decirte , escribi una carta al gobernador pidiendole que hiciara algo para ayudar a Las Marias que no era posible que nadie les diera la mano .....

    ResponderEliminar
  12. Humm, el caballo de mi cuento, en el último segundo hubiese dado un corcovo salvador, o tal vez un volantazo instintivo, o el timbre del celular recuperando una mínima señal... (no me gustan los finales con muerte)

    ResponderEliminar
  13. Ramón:
    La lucidez es mágica. El amodorramiento de los sentidos el estado natural.
    Buena teoría.
    Besos domingueros desde el otro lado del atlántico.

    Patricia:
    Lamentablemente, si. Los animales que se cruzan, los camioneros que se duermen, los autos nuevos que van a 160. Las rutas argentinas son tierra de nadie.

    ResponderEliminar
  14. Patricia333:
    Es que a veces necesitamos que pasen cosas increíbles, como lo que te sucedió a vos, para poder sentir empatía por el otro, para poder ponernos en sus zapatos. No sé si habrá sido ensueño o la soledad de la ruta, pero seguro fue un milagro.
    Hiciste bien en mandar la carta. Con estos temas hay que comprometerse. Te felicito.

    Carlos:
    En mi comentario a Toro aclaro que el conductor no murió, supongo que gracias al airbag (solo porque a mi tampoco me gustan los finales con muerte). Eso sí, el caballo no se salvó. :(
    Mmmm ... tenés razón. Hubiera sido un final más justo para el equino.

    ResponderEliminar
  15. Esos minutos fatales cuestan vidas. En este caso el amodorrado no murió, y el caballo se llevó la peor parte, pero tengo un par de historias fatales, y tu relato me las hizo recordar.

    Cuando uno maneja debe ir atento y con plena conciencia de que lleva un arma en sus manos. Hay demasiadas muertes en nuestras carreteras, demasiadas.

    ResponderEliminar
  16. Olvidé dejarte un beso y preguntarte cual es la calle de los jacarandás en Pehua :)

    ResponderEliminar
  17. Pato:
    Mi trabajo me lleva a estar bastante en la ruta, y le tengo un respeto bárbaro. Vos podés venir con los 5 sentidos en ella, pero se durmió el que venía de frente y chau. En el camino que une Pehuajó con Daireaux (te lo nombro porque a lo mejor lo conocés, vos que sos de acá) los dueños de los campos sacan a pastar a los animales a la vera del camino. A mi me da pánico que alguno se cruce. Ni hablar del estado de la ruta, absolutamente poceada y con las curvas sin señalizar. De día, vaya y pase; de noche es mortal. Los coches nuevos van a una velocidad incontrolable y en época de siembra o cosecha, las maquinarias entorpecen en tránsito conduciendo a 40. Algunas de las rutas con peaje están mejor y detesto reconocerlo. El resto, son - como ya dije - tierra de nadie.

    ResponderEliminar
  18. La calle del jacarandá (es uno solo pero enorme) es Del Campo, a un par de cuadras del colegio Nacional. Ahora plantaron muchísimos en la avenida Labardén, pero son muy chicos. Todavía no te dan esa sensación de teñir todo de lila.
    Y ya que estamos, dejame mencionar los tilos de la avenida Perón. Te invade un perfume exquisito cuando circulás por ahí. Yo, personalmente, termino toda brotada porque soy alérgica, jajajaja. Pero es riquísimo el olor, no se puede negar.

    Un beso, coterránea.

    ResponderEliminar
  19. Siempre adhiero a los finales trágicos, depravados y con hechiceros :P
    Y este no es la excepción, bien ahí!
    Salud

    ResponderEliminar
  20. Nuestro país es tan grande y sus rutas son tan largas... hay varias en las que hay tramos tan largos de nada, ni siquiera una curva, que son peligrosas por la monotonía...
    Buena historia...

    ResponderEliminar
  21. Efa:
    Quiero pensar que solo los finales de los cuentos te gustan así, no? :D

    Reina:
    Es que nuestro país es enorme y hay rutas que tienen que recorre kilómetros y kilómetros de nada.
    Gracias por pasar.

    ResponderEliminar
  22. Muy bueno, Malena.
    La narración impecable, el final muy bien descrito. Me gustó.
    Un abrazo.
    David.

    ResponderEliminar
  23. A mí no me gustó nada...lo sabés...porque seguro que si despues a alguien vinieron a socorrer es al hijo de puta del auto...

    besos igual, y te quiero mucho, pero estas cosas a mí me hacen acordar a Cafrune cantando..."dejenlo nomás vivir, no rechacén mi consejo...que yo etc etc...que ni pienso seguir cantandola"..Che, en una de esas locuras ( o no) alguna vez me puse a pensar cuando éramos chicos había varios temas así, yo que sé "Mi viejo" de Piero, o el "vagabundo" de Cortés...qué mal paridos...o es que la sociedad ahora necesita solo boludeo?¿?---
    y bue...aserrín aserrán, los maderos de San Juan...
    y si llegás a subir otra así, te leo "el Patito feo", jaja...

    ResponderEliminar
  24. David:
    Muchas gracias. Me gusta que te guste, es un halago.

    Marcelo:
    Snif, snif ... no me retes.
    Pero sabés que no estoy de acuerdo en algo que decís. El reverendo desgraciado, en el caso del cuento, es el dueño del animal. No te das una idea la cantidad de animales sueltos que se ven en la ruta y NADIE controla. Los patrulleros están para hacerte multas por pavadas, pero parece que ésto no lo ven. Frente a un caballo que se te cruza de improviso no podés hacer nada, porque ni siquiera podés prever la reacción del animal.
    Yo también te quiero mucho, pero no me cuentes el Patito Feo, por favor. Me hace llorar :)

    ResponderEliminar
  25. Moríd e amor derretida leyendo lo de los jacarandás y las calles y los tilos, mi vieja vive en esa calle (para mi Rivera indarte, me acostumbré a llamarla así) y el olor es ummmmmmmmmm delicioso!!!!!!
    Por donde yo vivo hay tilos y jacarandás para tirar para arriba!
    Ah, los jacarandás crecen rápido, pornto vas a verlos llover florcitas, a mi se me ocurrió plantar uno en el fondo de mi casa y ohhhhhhhhhhh, no sabés lo que es, crece como un alien, ajajja!!

    Lo que decis de las rutas estoy con vos, uno puede ir super atento, pero nunca sabés como viene el del otro lado, iría mas seguido a Pehuajó si no fuera por la ruta 5 a la que le tengo real miedo. Se ha comido muchas vidas queridas. Deberían hacerla doble trocha, como la ruta 2, es muy transitada y en época de cosecha entre los camiones y las cosechadoras es un peligro transitarla.

    Besos.

    ResponderEliminar
  26. Hola Malena, gracias por pasar. tenés permiso para quedarte todo el tiempo que quieras. Yo también me quedé aquí. Che muy bueno lo que escribís.
    Este tipo, o tipa, es muy valiente, eh. Yo creo que el final no es trágico. La tragedia viene después del final. es lo que nos queda en la imaginación después del último punto.

    ResponderEliminar
  27. Ah, no, las palabras no tienen sabor, pueden ser balas, o plumas, o espinas, o cuchillos, o brisa. Se sienten.

    ResponderEliminar
  28. Pato:
    Ah, sos de las mías. Para mi es y será Rivera Indarte (mis hijos se ríen, claro). Y ahora la Avellaneda se llamará Kirchner.
    Sacando algunas excepciones, a mi me encanta saber que las calles de nuestra ciudad tienen nombre de escritores.

    Roberto:
    El final es tan trágico como uno quiera imaginar, claro. Quien te dice que el caballo no desaparezca por arte de la misma magia que lo hizo aparecer.
    Gracias a vos también por pasar y detenerte a leer.

    PD: Y las palabras saben, en serio.

    ResponderEliminar
  29. Perdón, yo hablé de palabras, te y amo, son dos palabras, es como leche y azucar, (las ponemos al fuego y es dulce de leche) entonces sí, ¡un placer!

    ResponderEliminar
  30. Yo ya estaba preparando una receta mágica con palabras picantes mezcladas con algunas dulces, salpicadas levemente por letritas ácidas (para que no empalague).

    ResponderEliminar
  31. Ja ja. No, No!!!! jamás te rindas ante nada!!!
    llegá a un acuerdo, conversalo, poné tus reglas, aceptá otras, hacé una sonrisa, discutilo, da amor, recibilo, cambiá figuritas, pero jamás te rindas.
    Hasta mañana.

    ResponderEliminar
  32. ¡Pero yo me rindo de mentiritas, como hacemos las mujeres! Jajaja.
    Me divertí con nuestro intercambio.
    Un beso.
    Hasta mañana.

    ResponderEliminar
  33. Me gustó mucho este relato. Un paso de la modorra al sueño eterno por puro aburrimiento. Imaginé la sonrisa ladeada el caballo que mira azorado e impotente, el crash, en fin, buen relato. Besos.

    ResponderEliminar
  34. El caballo sonrió a lo Bogart :)

    Qué bueno que ya estés sintiéndote mejor.

    ResponderEliminar
  35. Tenes razón en cuanto a la culpabilidad de los hechos (hijadeputez que se dice)...lo que pasa es que me agarró "la sentimentalidad rápida y directa de los hechos"...
    Y sí, la culpabilidad del dueño del caballo, de la casi no-defensa de los derechos de los animales, del sistema ultra-monosapiens-materialista, y hasta diría un poquito de cada uno de nosotros que casicasi tomamos como naturales todas esas hijadeputeces...

    Del cuento nuevo, o sea el que está más arriba, no tengo nada que escribirte...está muy bueno, bue...mi hermano (mayor 6 años) cuando me vió en la cuna, dijo: ¡Qué negrito peludo...!, así que pobre nena...jaja, me siento identificada, salvo por lo de ser hija de patrón, claro

    ResponderEliminar
  36. Entonces ... ¿me salvo del Patito feo? :)
    Te cuento que a mi ese tema me pone mal porque ando en la ruta permanentemente. Por ahora solo agarré una liebre.

    Con respecto a los bebes feos, por ahí conté lo de mi hijo Francisco. Lo de tu hermano, imperdonable! Pero la mía me quería regalar. No sé que es mejor, mirá.

    ResponderEliminar
  37. andaaaaaaaaaaa... y si, claro que te salvas del patito feo, mi mirada real, la que no deja que le mientan fetiches capitalistas de lo que es "la belleza", sabés que para mí sos Hermosa como la poesía, como las utopías, como los colores, como las revoluciones populares...
    Ah, me hiciste acordar de una amiga que, pobre, agarró una lechuza, y se la llevó y la puso en el freezer y empezó a preguntar cómo embalsamarla...en serio, por algo terminan siendo amigas mías

    ResponderEliminar
  38. Tal vez coincidieron en eso: el caballo tampoco hizo nada por esquivarlo.

    ResponderEliminar
  39. Es que el caballo también estaba convencido que el auto era parte de una ilusión mágica.

    ResponderEliminar
  40. Marcelo:
    Yo, la verdad, a la liebre no la quise embalsamar ¡La quise comer al escabeche a la guacha! Me rompió el carburador y quedé tirada en la ruta durantes horas, hasta que llegó la grúa.

    Espero que después de esta declaración siga pareciéndote Hermosa con mayúscula. :)

    Besos.

    ResponderEliminar
  41. Male: A otra cosa Compañerita "h"ermosa, en relación a lo que pones en mi blog, Gracias por ese mismo sentido del Arte, me encanta encontrarte en los lugares comunes, en esta Necesidad común...
    Lo de las actualizaciones, ni idea, no sé que habrá que cambiar ni donde para configurarlo mejos
    Besos

    ResponderEliminar
  42. Gracias a vos por no olvidarte cual es la función del arte, por comprometerte. Por eso te quiero mucho, compa.

    ResponderEliminar
  43. hahahaha
    Entonces desapareció (su) mundo :P
    Buenísimo :D

    ResponderEliminar
  44. Aparecer y desaparecer. Destino de hechicero que tenía el señor :)

    ResponderEliminar
  45. Delicioso, Malena. De principio a fin.

    Con tu permiso lo cuelgo en "Sugerencias....

    Un beso que desaparece...

    ResponderEliminar
  46. ¡Muchas gracias!
    Como no te lo voy a permitir si es un halago enorme. :)

    Besos brujos.

    ResponderEliminar
  47. Se entiende. A las yeguas las hechizan los caballos...No corras mami...:-)

    ResponderEliminar