Después de un arduo recorrido pudo ver a aquella maravillosa pieza.
Única en su especie, impecable - pensó.
Preparó el arma con paciencia, mientras no la perdía de vista.
La gacela, segura de su sino, se sentó mansamente frente a la línea de tiro y lo miró.
Decepcionado y sin disparar, siguió el recorrido en busca de una presa que se precie de tal.
La gacela lo mató primero con la mirada.
ResponderEliminarExcelente.
Besos.
mirá, Piba, si cada vez de ésas, una se pudiera sentar con la gracia de una gacela y pudiera mirar así!
ResponderEliminarimpecable, pieza ésta. impecable.
abrazo
cada cazador tiene la presa que se merece ?
ResponderEliminarMuy bueno.
saludos
Lo desarmó la gacela, para él ya no tenía gracia, tiene lógica.
ResponderEliminarMe gustó, Malena.
Un abrazo.
David
Por eso es tan necesario mirar de frente, aunque lógicamente tengamos miedo a los cazadores de turno...
ResponderEliminarPato:
ResponderEliminarNo sé si lo mató, pero seguro que lo descolocó.
Miraluna:
¡Quién pudiera! :D
Luis:
Sin lugar a duda.
David:
La gracia de la cacería está en la persecusión. La presa fácil pierde el encanto, por más que sea impecable.
Marcelo:
Mirar de frente y mansamente desarma a más de un cazador. Si señor.
Menuda exigencia la del cazador...
ResponderEliminarAunque algo de eso hay en muchos hombres.
Besos.
Cualquier similitud entre cazador y seductor es mera coincidencia ;)
ResponderEliminarMe gusta por la presa que se salvó, y me gustaría que al cazador lo sorprenda otro cazador, pero de cazadores.
ResponderEliminarUn beso!
El cazador de cazadores bien podría ser el señor gacela, para ponerle un poco de justicia poética a todo esto. :D
ResponderEliminarSi la gacela de ojos de gacela
ResponderEliminarse asoma y mira con temblores de hoja,
sientes, en un ahogo de congoja,
que la gacela mira y no recela.
Hay, en esa mirada que no vela,
algo que te lastima y que te enoja;
algo en esa mirada te sonroja
y, como te sonroja, te rebela.
Mirando esa mirada desvelada,
hallas la vida demasiado cruda,
hasta la luz encuentras demasiada.
Porque en esa mirada que no escuda,
en esa desnudez de la mirada,
se ve que la gacela está desnuda.
RL.
Hay desnudecen que desvelan.
Un beso mirándote a los ojos.
Precioso soneto.
ResponderEliminar¿Será acaso la mirada de la gacela su estrategia para desnudar al cazador?
Besos con los ojos abiertos.
Hay miradas que desarman.
ResponderEliminarAutor del soneto, Roberto Ledesma, argentino, contemporáneo de Borges y como tantos valiosos escritores, poco conocido y bastante olvidado. Vale la pena descubrirlo y acceder a su obra.
Beso.
Como pusiste las iniciales, supuse que no era tuyo y busqué el soneto. Encontré realmente poco sobre Roberto Ledesma. Me quedé con ganas de más.
ResponderEliminarGracias por presentármelo.
Buen micro, Malena. Y todo un aporte el cambio de letra: se lee mucho mejor.
ResponderEliminarAbrazos,
PABLO GONZ
Has desnudado la esencia del predador: sin resistencia, un poquito al menos, no hay goce. El goce está en que el otro no lo haga, la diferencia con el sadismo quizá esté en el grado. Me gustaron las imágenes. Besos.
ResponderEliminarPablo:
ResponderEliminarGracias. Lo de la letra fue prueba. A mi también me parece que se ven mejor así, no?
Javier:
El cazador busca, además de la presa, la victoria; saber que tiene poder sobre la pieza elegida. Se le parece mucho al sadismo, si.
Besos.
Si, por red hay poco material, recorriendo librerías una vez encontré su libro La Llama, el cual atesoro con mucho cariño, de allí el soneto de la Gacela. Se puede conseguir algo en de remate.com.
ResponderEliminarCómo supondrás todo lo que tenga que ver con los sonetos me fascina.
Besos hacia ciudad tortuga, parece querer abrir, a lo mejor compartimos el sol.
Lamentablemente, la posibilidad de encontrar perlitas literarias en ciudad tortuga es prácticamente nula. Siempre la red me depara alguna sorpresa, eso si. Por eso aprecio tanto que me acerques a autores que por injusticia literaria han sido poco promocionados.
ResponderEliminarSospechaba, intuía, adivinaba tu gusto por los sonetos ;)
Besos con amague de sol.
Me voy al 2012 viajando en el tiempo. Un beso!
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