Que nadie piense mal; Román adoraba a su amigo. Como no quererlo si habían compartido las horas del colegio, las primeras salidas, el primer cigarrillo fumado a escondidas en el baño de su casa. Nadie lo conocía tanto. Inclusive estaban juntos el día que Sergio conoció a Marga.
Marga era de esas rubias de las que no se pueden sacar los ojos de encima. No era necesariamente linda, pero la voz, la forma distante en que se dirigía a todos y un cuerpo imponente la ponían en un pedestal al que la mayoría no se animaba a acceder.
Durante un tiempo mantuvieron con Sergio una relación extraña, donde Román oficiaba de vocero. Le llevaba a Marga los mensajes del amigo y era el receptor de las sonrisas que éstos generaban en ella. Inclusive fue él el que le preguntó si quería encontrarse con Sergio a la salida del colegio, en el barcito del Tano. Recibió una estocada en el pecho cuando ella le dijo que sí.
Empezó a compartir sus salidas, viendo como se tomaban de la mano y besaban sin reparos.
Con los años, Román fue el testigo del casamiento y padrino del primer hijo de la pareja. Él también se casó y llevó una vida normal.
Una tarde, mientras trabajaba en su oficina, Marga entró sin anunciarse con rastros visibles en la cara de haber llorado.
- No puedo más. Sergio me engaña. Lo descubrí ayer, revisando su celular.
- Es imposible, él te adora.
- No - dijo ella y se arrojó llorando en sus brazos - él nunca supo amarme como vos.
Román la besó, le secó las lágrimas, la acarició y terminaron haciendo el amor sobre el escritorio de su oficina como dos desesperados.
Esa misma tarde, al quedarse solo, planificó como decirle a su mujer que tenían que separarse y buscar una linda casa para mudarse con Marga.
La llamó varias veces pero ella no contestó el celular.
Recibió, en cambio, un mensaje de Sergio que decía:
Tremendo despelote con Marga. La llevo unos días a París a ver si se le pasa. Cuando vuelva te cuento.
Llegó a su casa. Su mujer lo esperaba con la cena. La miró y supo que nunca más podría ser feliz.
vivimos equivocados en una vida ajena hasta que.
ResponderEliminarQue cada cuál haga lo que pueda de su vida; pero debe ser triste vivir deseando una vida que jamás nos va a pertenecer, no?
ResponderEliminar"Morir de nostalgia por algo que no vivirás jamás." Me encanta esa frase de Baricco.
ResponderEliminarSaludos, Male, y te estas pareciendo a Dany! Plis, no. Cada cual con su estilo, volvé al tuyo.
Besos!
Que me compares con Dany para mí es un tremendo honor, pero creo que tenemos distintos estilos. ¡Yo no maté a ninguno de los protagonistas!
ResponderEliminarEn realidad, este micro surge después de haber leído el libro Los enamoramientos, de Javier Marías, donde hablan un poco de este tema (de una manera mucho más profunda y filosófica, por supuesto). Si no lo leíste, te lo recomiendo. Te va a encantar.
Me lo anoto, besos!
EliminarTe dejo una frase del libro, que creo que viene al caso:
ResponderEliminar“Cuando uno desea algo largo tiempo, resulta muy difícil dejar de desearlo, quiero decir admitir o darse cuente de que ya no lo desea o de que prefiere otra cosa”.
Triste es la impotencia, irreversible.
ResponderEliminarMuy bueno
Es realmente triste no poder salir de algunos círculos viciosos.
EliminarA veces se desea solo por inalcanzable, cuando ya lo tienes se desvanece el deseo.
ResponderEliminarbss
Y al desvanecerse el deseo que fue el motor de nuestra vida, nos quedamos sin motivos para desear.
ResponderEliminarProbablemente, antes de haber concretado su relación con Marga, él era feliz con una sonrisa de ella, con tenerla cerca, con desearla a escondidas.
Y eso lo perdió para siempre. Creo que haber perdido la ilusión de tenerla es más terrible que haberla perdido a ella.
Al principio le encontré un dejo a Cyrano, pero el relato es muy tuyo! Se ve que amores "silenciosos" habrá siempre, por eso es tan difícil cumplir con el mandamiento de "No codiciarás la mujer del prójimo" que dicho sea de paso viene en un combo de "No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo" Es decir se nota que desde hace miles de años ya había una brecha importante entre ricos y pobres y que Moisés de estar vivo hoy tal vez sería miembro de la SRA.
ResponderEliminarPuede ser, pero - reitero - ¡no maté al protagonista! :)
ResponderEliminarSe nota que desde hace miles de años codiciar está castigado. Si ya no por la ley, por la frustración de no poder tener el objeto de nuestro deseo.
PD: Me estás debiendo la entrada de las taurinas, y no me olvido, eh!!!!
El 1º de Mayo. Adelanto que seré benigno...:-)
Eliminarobvio! Si somos divinos. Jé.
EliminarMe sobresaltaste querida! de inmediato me fuí a la lista de cumpleaños de Ato, pero todavía falta!!!
EliminarAnsiosa yo???
Beso!
Noooooo. La taurina soy yo. Del 6 de Mayo.
EliminarLos cuatro personajes son muy reales. Incluyo obviamente a los dos que no son centrales porque influyen mucho más de lo que uno puede pensar.
ResponderEliminarEn el amor, esas metas inalcanzables son una trampa. Muchas veces deseada para no ver la realidad, para justificar la cotidianeidad a la que muchos no pueden vencer.
Conozco quien sigue esperando.
Es cierto no matás a los personajes....pero sus melancolías los dejan fuera de la vida jaja. Un honor para mí también, amiga.
Beso!
Los cuatro personajes son tan reales como comunes. Creo que una gran mayoría de las personas desean aquello que no pueden tener y le restan importancia a lo que tienen. Es parte de la naturaleza humana. Probablemente, si el tipo se escapaba con Marga, a los 15 días no la soportaba más, por eso mismo que vos decís: las metas inalcanzables son una trampa.
EliminarLa mayoría sigue esperando, una mujer, cambiar de trabajo, irse de la ciudad donde vive.
La verdad, después que lo dijo Caia me quedé pensando y puede que tenga razón. Pero es pura admiración. Vos sabés que te lo digo en serio, amigo.
Qué resolución amarga (y Marga), como casi todas las historias de este mundo. Todo cuesta tanto...Pero que bien lo hiciste. Un abrazo.
ResponderEliminarNo sé si cuesta tanto. ¿A cuánto está el pasaje a París?
EliminarSolucionar entuertos viajando a París es mucha ventaja. A ver cómo te las arreglarías, Sergio, si no pudieras ni viajar a Tigre, por ejemplo.
ResponderEliminarSaludos, Malena.
Te digo que a mi, personalmente, un viajecito a París me convence. A lo mejor lo pateo cuando vuelvo, pero el viaje no me lo pierdo por Román ni por nadie.
EliminarLa cosa empeorara cuando Roman se entere que Sergio engañaba de verdad a Marga con su mujer.
ResponderEliminar...que estaba hasta los mismisimos ovarios de lo poco que la atendía.
Noooo, la cosa mejoró notablemente. Se hicieron swingers.
EliminarYo pensé lo mismo que tu amigo guille. Pero menos mal ... ;-)
EliminarYa sabés lo que dicen: si no puedes vencerlos, únete a ellos ;)
Eliminary cuánta gente hay resignada a una leve infelicidad, no?
ResponderEliminarla verdad, me enojé con esos tres desde el principio.
porque vos me hacés olvidar de la ficción. en eso sos maga (que no bruja)
y en las letras, ángel.
abrazo, Piba.
Demasiada!!!
EliminarEl perfil lo robé de algo que escribí el Barra Libre, pero o digas nada.
Malena, este micro es barbaro, me ha encantado. A veces casi todos pasamos por algo asi una vez en la vida, o dos... y leyendo un poco al trote otras de tus entradas te digo que estoy encantado de tus letras e historias. Te sigo sin dudarlo!
ResponderEliminarLas puertas de mi blog estan abiertas para cuando quieras llegar.
Saludos y se feliz!
Yo también te visité y me gustó mucho tu blog, así que nos estamos viendo.
EliminarUyyyy... Qué sabor amargo. No me ha pasado, pero debe ser horrible quedarte estancado en una situación tan irreversible. Bah, no es irreversible. La cobardía la hace irreversible. Hay que tener cojonesa/ovarios para no quedarse "sobreviviendo" y largarse a vivir.
ResponderEliminarMuy bueno, Malena!
Hay que huir, escaparse, inventarse otros amores. Hay que hacer cualquier cosa, menos quedarse estancado en esa situación.
EliminarLee Las grietas de Jara, que te va a gustar. Habla de eso de tener cojones para cambiar una vida lamentable.
Uy. Hoy parezco bibliotecaria de escuela.
La alegoria de la caverna Male...hay caminos (saberes-saber-se) que no tienen retorno.
ResponderEliminarGenial como siempre.
Es un segundo, un segundo de pasión o de boludez .... y de ahí en más, la vida toma otro rumbo irreversiblemente.
ResponderEliminarAcabas de pintar (no escribir, pintar) un cuadro de palabras. La situación, el dejarse llevar, la amistad que confunde, el ponerse en el lugar de otro, el quedar atrapado en el deseo del otro y el insignificante pero trágico final de escena. Me pareció espectacular.
ResponderEliminarAsí da gusto visitar blogs amigos.
Un beso.
HD
Gracias! Si me vas a elogiar, es un placer que me visites, jajajaja.
EliminarMentira!
Siempre sos bienvenido.
Y queremos fiesta (insistamos hasta que nos escuchen).
Me imagino, porque cada palabra tuya en el relato me lo ha hecho sentir, la insatisfacción y la desesperación de sentirse atrapado en una vida que no se desea y que lo deseado se haya tomado el primer vuelo a París! nada menos! Habrá que ver qué sucede luego, si la valentía tiene peso o no, que al fin y al cabo es lo que hace que algo pueda suceder (al menos la mayor parte de las veces).
ResponderEliminarMuy bueno Male! Me gustó mucho!
y me quedé pensando también en las líneas que le transcribiste a Caia del libro que estuviste leyendo...
Besosss!!!
Yo creo que lo de Marga fue pura venganza y él lo sabe. No hay París posible para ellos.
EliminarY si, muchas veces uno se queda encaprichado en un amor. Y es capricho, es no dar el brazo a torcer, es no querer soltar y animarse a ser feliz.
Ya sabés por qué te lo digo. Te quiero mucho.
Nada mejor que desilusionarse, ahora Román podrá hacer una vida de primera, no de segunda,una vida generada por él, no viviendo a la sombra de los otros. Creo que este rumbo lo llevara a un lugar mejor...
ResponderEliminarella
Creo lo mismo. Algo parecido a lo que le comentaba recién a Axis. Ahora la bajó del pedestal, se acabó la idealización, el capricho. Espero que esa sensación de no poder volver a ser feliz sea pasajera (seguramente lo será).
EliminarRecién llego, y me encuenro con esto. espectacular como siempre. Ya sabés me autoproclamo tu admirador número 1 (UNO, por si quedan dudas, jaja)
ResponderEliminarBueno,esto pasa en las mejores familias, y en las mejores amistades, y un poco en todos, me gusto lo que leí de Miralunas, "Leve infelicidad"
Che, tu perfil espectacular, creo que es el mejor que leí, que no te joda confesar nada, no somos curas.
Yo le digo a todos mis admiradores (que hacen cola en la puerta de casa) que no insistan. El número UNO es Roberto, ok? :)
EliminarYo creo que esta es una historia demasiado común. Desear lo ajeno. Es parte de nuestra naturaleza, no hay caso.
Aclaro algo del perfil: mi abuelo (el hombre más bueno que conocí) se llamaba Ángel. Mi abuela era una vieja insoportable. :S
Yo soy la mezcla de ambos.
Chas graciaassssss! Ya saben, a no insistir, soy el Nº 1.
ResponderEliminarOlvidate, vos sos la número 1!!!!! las demás, del 2 al infinito, pueden elegir el número que más les guste!!!!!
Buena semanaaaaa!!!!!!
Feliz día para mañana!!!!!!!!!!!!!!!
EliminarBesos de tu fans número 1.
La que avisa no traiciona. Y ya se sabía que Marga no era necesariamente linda.
ResponderEliminarPura espuma, como todas las rubias. (Jé, hablo la morocha resentida)
EliminarPor qué las morochas se enojan con las rubias y no al revés? Si me respondés eso de paso decime que hay en el Triángulo de las Bermudas.
Eliminarexcelente tus palabras, woou me encanto leerte.
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