domingo, 6 de febrero de 2011
El pan de los desdentados
Decir que la China era linda es ser tacaño de adjetivos; era un tremendo pedazo de hembra, dueña de unas piernas increíbles que terminaban en un culo redondo, turgente, una cintura así de chiquita y esas tetas, ¡por Dios!, esas tetas.
Cuando entraba en el mercadito se hacía un silencio de iglesia; que semejante bestia existiera y fuera nuestra vecina nos hacía sentir favorecidos por las leyes divinas.
Tenía un solo defecto visible: el marido, un pobre empleaducho municipal con cara de pelotudo, destinatario de nuestra más profunda envidia. Había vivido siempre en la cuadra, lo conocíamos desde que eramos chicos. Si no fuera porque la China le había dado bola, no salía del montón.
Creo que fue Tito el que vino con el cuento que nos dejó atónitos a algunos e indignados a otros.
Lo vio saliendo de un telo con una gordita desteñida, a los besos.
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Algo tendría el marido que nadie veía.
ResponderEliminarBesos.
algo tendría la China que ese gilo no veía?
ResponderEliminarque rebien que escribís, Piba!
besos
ah, felicitaciones al nene y que se anime a un blog!
ResponderEliminarEste problema tiene varias soluciones posibles:
ResponderEliminar-No es oro todo lo que reluce... En el fondo, la China era pura quincalla...
-La gordita desteñida era esa media naranja eterea que el tipo había perdido, antes de nacer, en el mas alla... Y, al fin, se habian cruzado sus vidas...
-Todo era una conjura de la China y la desteñida, que tramaban algo inconfesable...
Tendre que seguir estudiando la cuestion antes de tomar una decision...
Un abrazo, Malena
cuanto barrio en el recuerdo, me encanto este cuento conocido y bien dicho, besos
ResponderEliminarBueno. Pasa a menudo.
ResponderEliminar¡Cómo empezaste, che, sentí un mordiscón en el cerebro!
Bueno, o el tipo era un boludón, en serio. o la mina no era lo que todos creían. A ver... otra posibilidad... o la mina no era lo que todos creían, o el tipo era un boludón. (Hoy se me nubló la neurona)
Igual, para el chusmerío del barrio había tema. Y me imagino los pibes que vivían en la cuadra!!!las cortinas ardían!!!
Todos los que vivimos en un pueblo, vivimos (valga) algo parecido. imaginate: Verano, 2 de la tarde (¡nene, en la pileta no se mete nadie hata que hagan la digestión!). todos sentaditos en el escaloncito del portoncito de la entrada. pasa la China!!!!!!!
AAAYYYY!
(sentí otro mordiscón)
Quizás a la China le faltaba calor y besos, o quien sabe el Tito era un mentiroso
ResponderEliminarbesos
Estercita
Toro:
ResponderEliminar¿Qué tendría? No sé, pero parece que con la China no le bastaba.
Miralunas:
Es que, como dice el título, Dios le da pan a los giles que no tienen dientes.
Yo le digo al nene que se anime, pero nada.
Antiqva:
¡Buenas apreciaciones! Lo del brillo y el oro lo pensé, pero las otras dos no se me habían ocurrido.
Tomas:
Es una historia que solo puede ocurrir en un barrio y bastante común, sin quitarle eso encanto. :)
Robert:
Ahí Antiqva saca un par de buenas conclusiones. A lo mejor la China era imbancable, viste. Mucha pierna, mucha cola, pero un carácter de miércoles. Igual, estaba para mirarla. Ya me imagino a todos los tipos del barrio queriendo consolarla de los cuernos, pobre.
Estercita:
ResponderEliminar(Nos cruzamos) ¡No se me había ocurrido pensar que podía ser cuento de Tito! La envidia hace hacer cosas increíbles.
Tremendo, Malena, ya te extañaba.
ResponderEliminarPocas veces entendemos las razones de los otros. Sobre todo las razones de los amores... de los otros.
Me encantó el comentario de Antiqva, pero insisto, no seré yo el que intente dilucidar según qué cosas.
Qué bonito lo cuentas, Malena. Es una delicia leerte. Mi sombrero.
Besos con todo y dientes.
Pero miralo vos al muy cretino... Capaz que la china se casó con él para conseguir ciudadanía pero lo ignoraba... Jajajajaja Mirá lo que se me ocurrió pensar, lejos del romance yo.
ResponderEliminarAbrazos y un placer volver a leerte, te extrañé!
Le gustaba la variedad al hombre.
ResponderEliminarDispersar su herencia.
Un beso.
La insatisfacción... es sombra que nos acompaña incluso a ciegas, esperando la dejada de un deseo mal cosido. Cuando la tengo, no la siento; cuando se va, se ahueca la memoria y sale la saudade, la morriña gallega. En fin, no está mal que el amor deje tras las victorias algún regusto amargo.
ResponderEliminarRespecto a la belleza, por lo visto está ampliamente sobrevalorada. A primera vista deja impronta, silbidos y literatura. Pero con el tiempo, ya es menos, o nada. La imperfección es más permeable a la memoria. La belleza no tiene tiempo ni lugar donde ubicarla.
Buena semana, Malena.
F A B U L O S O!!!
ResponderEliminarYo hablaría con eñ marido, alguna buena razón debe haber jajá.
Enhorabuena por este micro Malena
Un abrazo
¿Será que el tal Tito tenía complejo de "tirachinas"?...Seguro q después "se la tiró", jajajaja...
ResponderEliminarEs q hay mucho tirachinas suelto por ahí niña...
Un saludo
Kum:
ResponderEliminarCada pareja es un mundo. Si vamos a sacar conclusiones podríamos decir que la China no lo atendía, o él era infiel por naturaleza, que Tito mentía ... o andá a saber. Mejor no meterse.
Te extrañaba. Besos con dientes (¿puedo dejarme el sombrero puesto?) :)
Mai:
Pero con semejantes atributos la china hubiera conseguido algún policía de migración y olvidate de los papeles! Jajajaja.
Gracias! Acá también se te extrañaba.
Torcuato:
En la variedad está el gusto, eso dicen.
Besos.
Ramón:
Hay una canción de J.Sabina que dice: cuando
duermo sin ti contigo sueño, y con todas si duermes a mi lado. Ay, la insatisfacción eterna.
En cuanto a la belleza, no podemos negar que impacta ... un rato. Pero ese impacto es tan efímero como la belleza misma.
Ya ves que a la China, de poco le servía.
¡Buena semana!
PD: Muy buena tu entrada sobre el miedo.
Patricia:
¡Gracias! Ya estuvimos tejiendo varias tramas posibles, pero no creo que ni el marido sepa por qué.
Abrazos.
Ana:
ResponderEliminarTito no daba puntada sin hilo. Seguro que corrió a contarle a China, mientras le sugería:
- Páguele con la misma moneda, doña. Cuente conmigo si quiere vengarse.
ahhh... es que la belleza, nada garantiza...
ResponderEliminar(me encanto el relato)
besos!
Lila:
ResponderEliminarEn cuestiones de amor, nada asegura nada. Ni la belleza.
Besos.
Ay, Malena, qué buenísima ambientación!!!
ResponderEliminarLa China se me apareció impresionante y el marido un mindundi que por no tener no tiene ni nombre. Pero en las cosas del corazón prefiero no meterme.
Abrazos
Lindo relato, con mucho barrio. La Gordita seguramente hacía lo que la China prometía.
ResponderEliminarBeso grande.
Juan
Es todo muy subjetivo.En cuestiones de amor no hay nada dicho y no todo lo que ves, es.
ResponderEliminarUn abrazo
Male, sos la bomba!!! Me ha encantado este micro micrísimo de perlas y cerdos.
ResponderEliminarBesototes,
-empecé con la pesadilla de los comentarios =(
ResponderEliminarTe decía que la gordita desteñida debería tener su encanto, que hay mucho talento escondido, que le creo al Tito, que pienso que el Tito ahora va por la gordita a ver si en una de esas le da bola y que...
(nada, que sos una genia contando historias mínimas)
Besos.
eme, rapidito un comentario playero. :)
ResponderEliminarAnte todo, en excelente relato, preciso y contundente. (casi, casi, pude ver a la China)
No sé porqué lo primero que me vino a la mente, leyéndote, fue la línea de diálogo de una peli norteamericana donde el personaje de reparto le dice al protagonista: 'detrás de cada mujer hermosa, siempre hay un hombre cansado de acostarse con ella". Será así??
Besos de arena.
Anita:
ResponderEliminarEs dificil opinar en cuestiones de amor. Además, esta era la percepción de los muchachos del barrio. A lo mejor, la China no estaba tan buena y el marido no era tan pelotudo.
Juan:
¿Vos decís que la China se iba en promesas? Puede ser, puede ser.
Saltar:
No todo lo que brilla es oro y todo escode algún brillo. Siempre es así.
Alice:
¡Diste en el clavo! El nombre del personaje femenino iba a ser Margarita, pero me pareció demasiado evidente, jajajaja.
Pato:
Grrrr ... el garrón de los comentarios. Bueno, pero la idea quedó. Tito va por la gordita, si. Le quiere ganar alguna al empleaducho y con la China ya tiró la toalla. :)
Carlos:
¡¡¡Qué lindo verte!!! La película era Alfie, no? Y la frase es acertadísima.
Si te molestan los chicos con los baldecitos y las palas, avisame.
Besos arenosos.
Hola amada e ingrata mia
ResponderEliminarMe dejaste solo no????
Pero bue....
Sobre esta entrada:
Detras de cada mujer buena, hay un hombre cansado de comersela!!!!
BESOS QUE SIEMPRE TE RECUERDAN
STAROSTA
(UN PRODUCTO DE TU IMAGINACION)
¡Excelente cuento! Me divertí mucho con ese atorrante saborcito a Fontanarrosa… y también me pregunto porqué el pelado con cara de imbécil de la otra cuadra siempre sale con buenas minas y a uno le da por criticarle la facha.
ResponderEliminarUn beso grande,
D.
Starosta:
ResponderEliminar¡No es ingratitud! No puedo entrar a tu blog. Se pone leeeeeeeeeento y no lo abre en su totalidad. Ya sé que me voy perdiendo tres capítulos (bah, dos, porque el primero lo leí pero no me abrió los comentarios). En estos días no insistí, es cierto. :( Mala mujer.
Pero no te canses de mí. Yo siempre te recuerdo.
Daniel:
¡Gracias!
Intenté contarlo con visión masculina, jejeje. Las mujeres hubieramos sospechado de la fidelidad de la China, solo por portación de cuerpo.
Los 3 comentarios que dejaste, preciosos y por el ultimo Muuuuuuaaaaaaaa Sabiduria pura!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarY los que hacen proselitismo bloggero...fuck!!!!
No los necesitamos!!! Estoy pensando en empezar una campaña contra el lagarto bloggero...
TQM+
STAROSTA
(UN PRODUCTO DE TU IMAGINACION)
Nada como un chino perdido en la China.
ResponderEliminarLos ojos se me achinaron tratando de pedir su nombre :)
Yo te agradezco profundamente el opúsculo. Horas adoctrinando giles premiados con un minón y desesperados por bagayos. Si la vida fue generosa con vos y la tenés que cagar, cagala con una mina mejor, hermano. O a vos te gustaría verla con Tristán?
ResponderEliminarY no hay caso. Una vieja cordobesa, madre de un amigo mío, les decía "chiniteros"
Este blog, cada día más certero.
Congratulations for iu
En realidad no me interesan mucho las Chinas ni los Titos. Sí me interesa tu manera tan libre, espontánea, de usar el noble idioma castellano.
ResponderEliminarToda una experiencia leerte Malena.
Abrazos desde copenhague la ciudad Eternamente Sonriente,
Ian.
En la diversidad està el gusto!...
ResponderEliminarNada es tal cual reluce, lo brilloso puede ser opaco por dentro y viceversa.
Allì residen algunas sorpresas, gratas y de las otras.
Besos Malena!
La inquietante curiosidad de lo desconocido escuece en las rutinas diarias.
ResponderEliminarUn abrazo
Me gustó mucho el título, Malena! A saber que tendría la gordita desteñida. Por algo dicen que le amor es ciego.
ResponderEliminarBesos.
Starosta:
ResponderEliminarMe alegra que te hayan gustado.
Yo también TQM
Shiraz:
En un bosque de la China, un chinito se perdió ... como yo era un perdido nos encontramos los dos. :)
Marcelo:
¡Si lo vamos a hacer, hagámoslo bien! Ni hablar.
(Ojo que Tristán tiene su encanto, eh).
Ian:
Las Chinas y los Titos van y vienen. Palabras como las tuyas se agradecen siempre.
Magah:
El envase engaña (para bien o para mal). Por algo en mercadotecnia es tan importante el tema del packaging.
Bicefalepena:
Es que uno se acostumbra a todo, hasta a lo bello. Entonces nace la necesidad de lo novedoso.
David:
Algo tendría, sin duda. Pero andá a saber si era amor.
Vale, Malena: me volviste a dar en la frente. Me encanta como manejas el tono coloquial: chispa dentro de la chispa.
ResponderEliminarAbrazos más admirados aún,
PABLO GONZ
Pablo:
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias!
Realmente aprecio tus palabras. Sé que sos exigente (me gusta mucho eso de vos), así que son un premio doble.
Abrazos.
(la billetera)
ResponderEliminar¿Era la billetera? (no entiendo por qué la manía de ponerla en el bolsillo delantero del pantalón).
ResponderEliminarRetiro lo dicho, entonces.
Muy bueno, Malena. Suerte que encontré tu blog y puedo disfrutarte.
ResponderEliminar¡Gracias, Helen!
ResponderEliminarTodo el mundo tiene sus motivos.
ResponderEliminarParece evidente que el tipo tenia algo, la China lo eligio (y con la -excelente- descripción que has hecho, seguro que tenia alternativas).
Abramos otra posibilidad; es un acuerdo. Una pareja abierta. Solo falta que alguien vea a La China haciendo algo parecido.
O la teñida es su prima la del pueblo que hace mas de un lustro que no veia.
O, todavia mejor, era la impresionante China disfrazada para jugar a conquistarse cada dia.
Si los muchachos del barrio se enteran que estos tienen una pareja abierta, la China va a tener que hacer doble turno atendiendo propuestas. :)
ResponderEliminarMe gustó mucho eso del disfraz. Una buena opción para romper la rutina.