¿Escuchás?
Las gotas quieren hablarnos, quieren poner música en nuestra ventana, en nuestro dormitorio.
Nos marcan el ritmo para que nuestras manos bailen sobre los cuerpos.
¿Podés sentirlo?
La humedad de la calle, de los techos, de tu cuerpo, amor.
Puedo palparla, olerla.
Nos pide que nos olvidemos de todo, que dejemos de lado reclamos y fastidios. Tan sólo amarnos, disfrutando el momento.
- Te olvidaste de llamar al techista, no? Si serás pelotudo. Mejor levantémonos y ayudame a correr el colchón que se va a empapar.
totalmente cierto.
ResponderEliminares un método que use cantidad de veces en mi vida en pareja para ocultar algún olvido.
...me cazó siempre.
Ay, si no fueran taaaaaaaaan obvios!!!! :)
Eliminarjaja, muy bueno.
ResponderEliminarLa lluvia y la gotera sobre la cama de mi hijo Manuel me inspiró. Cruel realidad.
Eliminarviví entre goteras poco mas de la mitad de mi vida, a pesar de haberme mudado unas cinco veces, despertando a la noche para mover camas.
Eliminartan así que cuando me mudé al apartamento nuevo, 0k, me seguí despertando con la lluvia durante casi tres años.
Podemos endulzar, disfrazar o camuflar la realidad con palabras....pero no podemos evitar sus consecuencias.
ResponderEliminarChe se está mojando blogger....!
Un beso, al salir de la rotonda.
La adornamos un poquito, le ponemos un moño, la adornamos .... pero a la larga la realidad es más fuerte.
EliminarAndo con cuidado; la ruta está mojada, vio. Beso todavía a las vueltas. :)
Jajaja, ya me parecía...
ResponderEliminarLeía hasta con cierta desconfianza,
hasta que...
apareció mi Maleeee!!!
Besos cariñito ♥
Che, no me puedo poner romanticona que ya dudan. Qué tremendas que son! :D
Eliminares verdat jajaj
EliminarTemí que te hubiesen medicado con alguna pastilla fuertona... Aleluya! Coincido con Axis. Después de un entre digno de temer, emergió la realidad.
ResponderEliminarMe encantó! Beso, Male! :)
Todavía toma las mismas de siempre, sólo que me aumentaron la dosis. Se notó? Jajajajaja.
ResponderEliminarNaaaaa, es que no me digas que los hombres no son capaz de meter cualquier verso con tal de zafar. Lo peor es que a veces lo logran!
No voy a afirmarlo, tampoco a negarlo. Se hace lo que se puede.
EliminarTu relato denota cierta indiferencia (tal vez cansancio) que solamente proviene de mucho tiempo de convivencia, puede influir la edad también, en edades tempranas, por decirlo de algún modo, el goteo no hubiera interesado, al contrario, si le buscamos la vuelta hasta podría haber sido erótico; y el colchón que se moje, total, ya sabemos, siempre que llovió paró, pero después de ciero tiempo, puede ser aburrido, fastidioso, muy molesto. Yo creo que el tipo de tu relato, se dió vuelta, se cubrío con la frazada, y le dijo: "¡Por qué no te corrés y me dejás de joder!"
ResponderEliminar¡¡Tal cuál!! Los primeros años de casados ponés ollitas, te calentás por el ruidito que hacen, tirás el colchón por ahí ... y aguante la lluvia!
EliminarDespués de unos años, uno se va a dormir al sillón y otro a la cama de los hijos y listo. Lluvia de mierda, mecachendié.
El tiempo pasa, diría Milanés, jajajaja.
Hay que darle humor a la vida Malena, por eso me gusta tu entrada!
ResponderEliminarTengo un amigo que arregla techos, vive en Orlando,Florida, si quieres le pregunto si puede pasar por tu casa.
Besos y se feliz!
Me queda un poquito lejos, pero si hace precio ..... :)
EliminarJa! Cuándo no rompiéndome el corazón romántico, usté! Abrazo.
ResponderEliminarPero en el fondo, soy una dulce. No sabe.
Eliminarjajaja
ResponderEliminarEsta vez, me la venia venir... debe ser que alguna vez se me ha mojado el colchón y el romanticismo.
Abrazo.
Seeee. La lluvia es muy linda cuando no tenés goteras. ¿O será que con la edad una se pone más pragmática?
EliminarMale! Buenisimo! Igual la primer parte (el dia acompaña) me dio ternura y ganas de mimos! La segunda parte me tiro abajo! jaja Se ve que ahi la lluvia erosionó algo mas que el techo! Besos!!!
ResponderEliminarY, las mujeres a veces somos medio corta mambos.
Eliminartambién te dejo su huella en el corazón, silbándote temores el 4/4, te cuento que están difíciles los techistas, un abrazo
ResponderEliminar¡Si lo sabré! Tengo el techo con agueritos y no me lo qieren curar.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarChé, así no hay romanticismo que aguante.
ResponderEliminar(borré el anterior porque se me trabucaron las letras; la lluvia, vió)
Bueno. También vos ... hace días que te digo que pongas el lamiplast.
EliminarHola. buenas tardes, soy techista, ¿dónde está el problema?.
ResponderEliminarTu cuento en este día gris me resultó un "plato" Lo leí mientras me tomaba una bidu cola escuchando Los Plateros. Buenísimo.
Yo lo escribí escuchando Caserón de Tejas, y me imaginé la desgracia de los pobres tipos, mientras le daba a una Crush.
EliminarNo se puede decir las cosas románticamente,che...
ResponderEliminarSe, se, se puede. Pero no hay adornos que tapen la verdad ni las goteras.
Eliminarjaja...juro que no sabía a donde ibas a terminar!!
ResponderEliminarHabía arrancado demasiado melosa para mi estilo, no? :)
EliminarLas goteras matan el romanticismo... :(
ResponderEliminarY algunas esposas también ....
Eliminarajaja simplemente genial!!
ResponderEliminarUn abrazo
No es fortuito lo que dice la lengua popular: "El amor ciega"... cómo olvidar algo tan importante: reparar el techo primero,antes de que se venga el mundo encima, antes de que la realidad nos atropelle y nos escupa en la cara. Y se me vino de repente la canción de Calamaro: No se puede vivir del amor. Por eso hay que estar alternando en el mundo de la razón y sinrazón, en el uno para inflar el estómago con algo más que viento,y en el otro para inflar el pecho con algo que la rutina no puede ofrecernos. Nos toca andar de medianeros...
ResponderEliminarUn abrazo concienzudo,
Jéssica Ch. Vilardi
Contigo pan y cebolla, y lamiplast y aire acondicionado en verano y una buena calefacción en invierno. Detesto ser tan realista, peeeeeeeeero ....
EliminarTípico, mire que con esa gotera se pueden hacer tantas cosas....besos
ResponderEliminarAh, noooooo. Esto es la gota que colmó el vaso. Andá a llamar altechista, querés!:)
EliminarMe vino, así, de golpe, al leer su titulo.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=8aU3mvjTC7Y
Un saludo.
Hermoso!
EliminarAcá estamos en otoño y llueve desde hace dos días. Detrás de los cristales, llueve y llueve
Otro momento mágico que se carga la realidad...¡Qué bueno, Male!
ResponderEliminarLa realidad atenta contra la magia del momento.
EliminarEl pragmatismo y el romanticismo suelen estar reñidos. Pero a tus historias les viene la mar de bien, la verdad.
ResponderEliminarMe ha gustado, como todo lo tuyo.
Un beso.
¡Gracias!
EliminarY, a mi me ha pasado. No sé si peco de exceso de pragmatismo o falta de romanticismo.
genial Male!!! Qué lluvia cortamambos jaja
ResponderEliminarLas goteras en el techo siempre mE hacen acordar a esa vez que se infartó el papá de mis chicos y cuando le dan el alta de la u. coronaria post stent me dice el hematólogo: "Tiene que estar por un tiempo tranquilo, sin preocupaciones, sin stress... EN REPOSO." Primera noche: quía dice poético: "llueve... pensar que antes no le daba importancia a estas cosas qué lindo..." Al rato se empieza a llover el techo de la pieza como la pmqlr1000pr! juazz las hojas del otoño habían tapado el drenaje. No comments.
Saludos van, Male
Jajajajajajaja.
EliminarSeeeee. Las primeras gotas en la calle y sobre los vidrios son hermosas. Las goteras o bancarse 4 días seguidos de lluvia dan ganas de matar a alguien.
La famosa praxis femenina. Algunas veces es mejor tener un marido "arregla tutti" que uno que sea buen amante. Seguramente lo ideal sería que fueran ambos. Los hay, pero por lo general las mujeres que tienen uno así, se pasan quejándose de ellos para que no se los caguen!
ResponderEliminarYo prefiero un buen amante que no se olvide de llamar al techista. ¿Es mucho pedir?
EliminarSiempre mordisqueás un poco. Seguí. Te extrañé pero me imaginé que estabas festejando.
ResponderEliminarLo del mordisqueo, no sé .... estoy a dieta. :)
EliminarChe, qué jodida sos con el pobre tipo, dejalo cucharear en paz, siempre hay tiempo para el techista. Me hacés acordar a las mujeres que frecuentaba el infortunado protagonista de la última entrada de mi blog (no digo que lo seas, desde ya, claro que no, por supuesto).
ResponderEliminarBeso!
Sabés lo que es cucharear con una gota en la cabeza? ¡Te desconcentrás!
EliminarQue se empape el colchón y el mundo. De esta cama no sale nadie hasta que muramos, al menos, tres veces hoy. Y ahorita sácate los calcetines y dime otra vez,...
ResponderEliminarLlueve, amor.
¿Escuchás?
Besos payasos.
¿Y si corremos el colchón y seguimos un poquito más allá de la gotera?
EliminarSi, los calcetines me los saco, palomo mío, porque se empaparon. :)
En el matrimonio el romanticismo adquiere esas curiosas formas. Pero es romanticismo eh, no se crea que no. Con los años se le toma el gusto.
ResponderEliminarUn saludo.
Ojo que decirle pelotudo al marido es un gesto de cariño, eh. Yo estoy convencida de eso.
EliminarAunque mi marido no solía estar de acuerdo, ahora que recuerdo.
Me hizo sonreir, me gustó mucho ese remate.
ResponderEliminarAunque me reconozco romántica y adoradora de la magia (o no, jaja, la gente que me conoció antes, no me reconocería ahora).
Mimos y melosidades como "hablar en chiquito" y decir ocho mil veces "te quiero mucho... ¿sabés?" es lo que me sale desde que estoy con él y no menguó con el tiempo.
Así que decirle pelotudo,no va...en todo caso "pelotudito mio"
ella
Ja, ja. No se le puede negar la habilidad.
ResponderEliminarNo sé yo si una mujer hubiera reaccionado como la de tu micropoesía.
Muy bueno
Besos, Malena