Nadie recuerda mi nombre.
Sólo soy tu mujer, tu esposa, la desobediente.
A nadie le importa que abandoné mi casa, mi ciudad y a mi padres para seguirte a vos.
Porque te seguí, mi amor. Corrí a tu lado.
Pero volví mi cabeza.
¿No escuchabas los gritos, las llamas crepitando, lamiendo nuestra casa y los cuerpos de mis hermanos? ¿No te importaba, acaso?
No.
Nada te importaba.
Ni siquiera yo.
Corrías, ciego por el miedo.
Miedo, no obediencia.
Pánico.
Por eso te quedaste con nuestras hijas en esas cuevas, borracho, haciéndoles hijos, haciéndote nietos.
Nuestras hijas.
Las que no dudaste en ofrecer a los sodomitas.
Yo sigo acá, salada estatua eterna, sin entender aún las virtudes del miedo.
Después de tanto tiempo deberíamos bautizarla.
ResponderEliminarSería un acto de justicia.
Besos.
¿Virtudes del miedo? Temo conocerlas demasiado bien...
ResponderEliminarQué diferentes pueden ser dos narraciones de un mismo hecho. Nada es totalmente verdadero.Nada es totalmente falso.
ResponderEliminarUn beso
Querida "Esposa de Lot" recibe un abrazo fuerte, aunque me mancharé la camisa de sal, pero lo hago con mucho gusto tras haber escuchado tus palabras.
ResponderEliminarY que sepas que tan pronto como me tope con Lot (suelo verlo en el bar de la esquina) se va a enterar...
Lo dicho, un abrazo fuerte
"Virtudes del miedo."
ResponderEliminarNo había escuchado o leído algo así; pero, ciertamente, me da algo de miedo.
Buen post. :)
Abrazos.
Yo debo ser otra estatua de sal que no entiende las virtudes del miedo.
ResponderEliminarBesos y gracias por lo que dejaste en Perras, anoche vi 8 y 1/2 de Fellini, genial!
Besos.
El miedo en sí no tiene nada de malo. Es simplemente inevitable. El miedo puede ser una herramienta para el crecimiento. La cobardía no. La obediencia ciega tampoco.
ResponderEliminarLa historia la han escrito, hasta ahora, los hombres para los hombres. También las religiones. Todas. Para disfrute de los hombres. Todas, siempre. Que se lo pregunten, por ejemplo, a Yaśodharā, a la esposa de Lot, a..., en fin.
Malena, siempre diciendo cosas sublimes. Ciertas, necesarias.
Besos salados.
Te dije que me encanta tu nombre, aunque sea: "Esposa de...", ese borracho incestuoso.
ResponderEliminarEso le pasa a las mujeres desobedientes. Claro que también le pasan otras cosas más interesantes. Un beso, Malena.
ResponderEliminarLot vas a correr......Lot vas a correr....
No se parece en nada a la historia de Orfeo y su esposa. No, para nada. Las historias de las biblias son todas originales...
ResponderEliminarSi, lo anterior es una ironía.
Ahora bien, el texto en cuestión, resulta muy interesante. Sobretodo para señalar el hecho de que no fue su culpa el volverse una estatua de sal, no fue desobediencia, como quieren hacernos creer, no. Fue verdadero amor al prójimo.
Pero, claro, las biblias dicen lo contrario.
En fin.
Hasta luego, me voy a seguir matando santos.
Saludos
J.
Excelente manejo de la intertextualidad Malena. Genera múltiples lecturas. SAludos
ResponderEliminarDetesto el "de"
ResponderEliminarUna virtud del miedo puede ser un acto heroico, un acto de desesperación, es la leona que acorralada por las hienas se deja despedazar para salvar a sus crias.
Correr por el miedo no es una virtud, es egoismo, es no importarle nada más que salvarse él.
Detestable este tipo.
si, lo odié
ResponderEliminarEscribí esto hace unos 20 años:
ResponderEliminarRegresé de la noche
con las manos vacías
y la memoria herida.
Cuando volví la espalda
las estatuas de sal
caminaron de nuevo
por amplios interiores
de inextricables dédalos.
Lot y su descendencia
desmoronados todos
cayeron como lluvia
sobre las hojas secas
de nuestra indiferencia.
Me pareció oportuno traerlo como comentario.
Besos, Malena
La iconografía religiosa siempre ha pintado a la mujer de Lot, y por extensión a todo el género femenino, como metáfora de la letal curiosidad que condena al género humano. Dios, el macho, ordena: ¡no mires atrás! La hembra, volátil, uterina, ciclotímica, neurastámica, incapaz de obedecer, de rendirse a la norma patriarcal, gira el cuello y paga por su soberbia.
ResponderEliminarUna historia tejida desde la óptica masculina. Como casi todo el telar que adorna la Historia.
Gracias por recuperar la otra mirada, mujer de Lot.
Impecables los últimos posts, Malena. Excelentes, duros, implacables. No te miento si te digo que cada día escribís mejor, es un placer leerte.
ResponderEliminar"Los caminos del Señor son misteriosos".
ResponderEliminarClaramente Jehová es tan pagano como Frey, Ares o Ra.
No se como me podrían incluir a mi en la biblia.
ResponderEliminarYo miro para atras seguro. ¿El amigo capullo de Lot?
Bueno existe la posibilidad de que me hubiera quedado en esa ciudad de sexo y placer (quien puede rechazar eso). ¿Las Vegas se llamaba? No se mucho de esas historias.
El terror estaba delante, no detrás.
ResponderEliminarTres puntos:
ResponderEliminar- Maldito miedo!
- Maldito vino!
- Y maldita eternidad!
Un saludo.
Encuentro sus palabras terriblemente interesantes, Miss Malena.
ResponderEliminarAlgo recuerdo de una estatua de sal, solía estar en un prado cercano a mi casa, pero mi madre iba desgastándola poco a poco para utilizarla en la cocina. Jamás pensé que lo que usaba mi madre en sus guisos fue un día mi tatarabuela.
Un abrazo, y perdón por el intrusismo al añadir un epílogo a su relato.
Octavius Bot
el absurdo vive por el miedo y nos regala ejércitos de defensores acérrimos de ideas dibujadas en parodias de su propio miedo y las leyendas, así como el grotesco deja ver con crudeza la otra cara de un historia, besos
ResponderEliminarToro:
ResponderEliminarLe han dado varios nombres. No sé cuál es el correcto.
Rob:
Yo conozco de cerca al miedo y a muy pocas de sus virtudes.
Carmela:
Todo depende del cristal a través del que se mire.
Antiqva:
Venga ese abrazo que la sal no mancha.
Un tipo:
Una de las virtudes del miedo (y creo que la única) es hacernos alejar de lo que nos da miedo.
Pato:
¿Viste cómo logró el parecido Daniel Day Lewis a Marcello Mastroianni? Es increíble.
Aunque Marcello, bianco/nero y todo, era mucho más hermoso.
Kum:
ResponderEliminarEl miedo alerta sore algunos peligros y eso está bien. El problema es el miedo desmedido, el miedo a todo. Ese es el que paraliza, el que convierte en estatuas (no la desobediencia).
Los hombres escribieron la historia y las mujeres los dejamos hacer, por miedo, por obediencia o por ambas cosas.
Besos con sal.
Curiyú:
Nadie es perfecto, jajajajajaja.
Dany:
También se las comen los lobos feroces en el bosque, como a Caperucita. :S
José:
Todo está escrito. Pero lo que queda clarísimo es que si te querés escapar del Infierno no tenés que mirar a las mujeres.
Sandro:
Muchísimas gracias!
Roberto algudo:
No soporto el "de" y la costumbre de otros países de cambiar el apellido por el del marido. Esa cosa de propiedad o supresión de la identidad es terrible.
El miedo a que le pase algo a los que querés es señal de capacidad de amar. El que corre para salvar su propio trasero es un egoísta.
Emma:
Yo también. Desde que leí el Génesis.
Miguel:
¡Qué placer y que lujo que hayas traído esas palabras tuyas hasta Yuyo! Te lo agradezco muchísimo.
Ramón:
Fijate que también fue Eva la que desobedeció. Adán, por seguirla, fue expulsado del paraíso. Lot estuvo más inteligente, la dejó plantada en medio del camino y se salvó. Otro detalle importante de la historia de Lot es que cuando los sodomitas van a su casa por los ángeles, él les ofrece sus hijas vírgenes a cambio. A las hijas que le hagan lo que quieran. A los ángeles no. Terrible.
Menos mal que el Nuevo Testamento nos reiindica un poco.
Brynhild:
Muchas gracias. Para mi es un placer que estés acá, leyendo.
Delaygue:
Al fin y al cabo, las historias de los dioses fueran escritas por los hombres.
Volvimos los domingos.......
ResponderEliminarGuille:
ResponderEliminarYo me quedaba en Sodoma por ociosa. ¿Hay que correr? 'tas loco, Lot. Dejame acá y que me quemen.
Ponele una fichita al 36.
Marcelo:
Peor. Está en todos lados. No hay como esquivarlo.
Jou:
Con el miedo y la eternidad coincidimos. Pero dejame un poquito de vino. No mucho. Un poquitito así de chiquito.
Octavius:
¿Su tatarabuelo era hipertenso?
No me pida disculpas por tan buen epílogo, por favor.
Tomás:
Los cobardes pintan al miedo con tintes de heroísmo, solo para justificarse.
Qué bueno un relato con referencias bíblicas, me gusta. Es muy curioso las diferentes formas de ver las cosas. A mí nunca me despertó simpatía, la encontraba una cotilla. Nunca me lo había planteado de este modo.
ResponderEliminarUn saludo.
¡No me digas que vos crees que escribir (hablo de escribir cosas como las que nos mostras aquí) no es un trabajo!!!!
ResponderEliminarQuerida, no te pagan y te da placer (a veces seguramente que no) pero es un laburo. Yo tengo una teoría, los que empezamos haciendo lo que nos sale por naturaleza o porque nos sale fácil, o porque nos divertimos, el día que nos pagan por hacerlo no lo valoramos y así nos va, todo es laburo y da laburo, pensalo, porque el día que publiques tus cosas y te pregunten: ¿Cuánto vale tu trabajo? Vos vas a decir: Eeeehhhh... no sé ¿Vos cuánto me pagás?... Y ahí te cavaste tu propia fosa!
Te lo digo por experiencia.
Que termines bien tu día (como escritora):)
Qué interesante interpretación.
ResponderEliminarMe encanta cómo me haces pensar.
besos.
E X T R A O R D I N A R I O!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarChapó, Malena.
Me permitís llevármelo a mi página de micros?
Un beso
Javi:
ResponderEliminarA veces es difícil salir de lo que nos inculcaron y mirar desde otra óptica. Es un buen ejercicio. Quizás la esposa de Lot no fuera buena. Pero no podemos asegurarnos.
Roberto:
¿Sabés que pasa? Yo nunca escribí. Tengo casi 40 y se me dio por tener un blog hace .... nada. Fue una excusa para leer lo que otros publicaban, en realidad. Porque leer me encanta desde que primer grado. Ni se me ocurre pensar en publicar. ¿Cobrar por esto? No entra ni en el más remoto de mis pensamientos.
Pero me gusta que vos me consideres escritora.
¡¡Gracias!!
Claudia:
Todas las historias pueden ser escritas de tantas maneras como protagonistas tenga, no?
Patricia:
Por supuesto, tenés todo mi permiso y mi agradecimiento.
La única virtud que le encuentro al miedo, es cuando sirve como instinto de supervivencia. El resto es cobardía, y resulta muy insoportable. Más si la cargamos en los hombros por mucho tiempo...
ResponderEliminarBesos Male!
Yo, aquella noche, estaba de copas en Sodoma, con una morocha y una pelirroja. Ninguno corrimos. El flaquito de la barra nos siguió poniendo.
ResponderEliminarHubo un ambientazo increíble. Irrepetible.
Siento no recordar cómo volví a casa. Ni con quién.
Besos idiotas.
Huir para darse la vuelta y quedar hecha trizas; lo mejor era el calor, aunque fuera el último.
ResponderEliminarBlogsaludos
Muy bien Malena, muy bien!
ResponderEliminarmalena, que placer que es siempre pasar por aca.
ResponderEliminarsiempre.
besos!
Malena, he leído tu post este fin de semana desde el móvil y como no tenía ordenador a mano, no te he podido decir antes lo que me ha impactado. Das la vuelta a las historias tan conocidas de la Biblia de una forma magnífica, desde la perspectiva de las mujeres. Recuerdo tu relato de Adán y Eva, que también me impactó.
ResponderEliminar¡Bravo, bravo, bravo!
Ya está puesto en mi página.
ResponderEliminarGracias, Malena
Besos
Malena...pasé por el seminario. Es increible.....los mismos temas....
ResponderEliminarVoy a leerme todo tu blog para no
hacer una entrada igual. Un beso.
Mi aplauso, Malena.
ResponderEliminarY un abrazo,
PABLO GONZ
Acerca de las lecciones: Sí, podemos aprender de quien menos lo esperamos. Me han dicho que lo que escribí suena triste. Pero yo me puse en el lugar de el que recibe una lección, (como que le mueve el piso) entonces el tipo se siente una hormiga.
ResponderEliminarHa!!!! los animales sentados te dieron miedo!!! ja ja.
Es una locura más que se me ocurrió, me gusta que te haya gustado. Seguiré con cosas así. me divierten mucho.
Bueno, que tengas un buen martes (¿es martes hoy, no?)
Yo tambien te extrañaba, viste como es nuestra relación...jaja
ResponderEliminarEl texto, una maravilla, como siempre...siempre disparando a la cabeza de cualquier fachista que aparezca de casualidad a molestar...
Che..en cualquier momento se viene la biblia apócrifa de Malena..., me gustan estos contrarelatos bíblicos..
Besos grandes, te quiero mucho...
¿Cómo pensar en las virtudes del miedo, si esta mujer estaba tironeando de frente a las mulas que cargaban los barriles con vino para la curda de Lot?
ResponderEliminarhttp://enfugayremolino.blogspot.com
Ah mira, este poema (poema, verdad? ^^) sí es bonito, no como otros que le ponen más palabras rebuscadas y montajes de escenas épicas o la prehistoria que no le dan a una ganas de identificarse con esa realidad. Pareces haber descrito a una Lot más moderna =P
ResponderEliminarGenial.
Que bueno Malena! Impecable.
ResponderEliminarMiedo...me perturba por estos días darme cuenta que no tengo miedo, o por lo menos los tantos que tenía antes.
Abrazo!
Malena, impresionante... me encanta la revisión de textos en femenino. Galeano lo hace y es maravilloso, también, como tu.
ResponderEliminarAbrazos de sal y de mujer
Malena, es un relato fantástico! ¿Por qué nunca supuse que escribías micros? Y además, con ese sello y ese tono argentino que lo enraiza al tango. ¡Me encantó!
ResponderEliminarSaludos,
El pasado es inevitable… hasta que los recuerdos son intervenidos por la imaginación, se contaminan de fantasía y los registros arqueológicos de nuestra memoria sólo ofrecen relatos imaginarios.
ResponderEliminarLa vida está hacia adelante, cargada de sorpresas… pero las casas en llamas tal vez sólo están en algunas mentes.
Para adelante,
D.
Brillante! Vas directo al Infierno, pero brillante! jaja!
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