Lo primero que hay que aceptar es que no se puede ser dueño de la razón. Obstinarnos en que sea nuestra es el primer paso para que se pierda.
La segunda cosa que hay que saber es que por más que nos colguemos el rótulo de razonables es bueno dejar de serlo en algunas ocasiones. O sea, hay que dejarla que se vaya sin hacer mucho escándalo; ya va a volver.
Otro punto a tener en cuenta es que no es lo mismo que te la den a tenerla. Por un buen precio se la dan a cualquiera.
Y es que la razón es grela, como la suerte.
Cuando la suerte, que es grela, fallando y fallando, te largue parado ...
ResponderEliminarEnrique Santos Discépolo - Yira, yira.
Grela: según el lunfardo, mujer de vida licenciosa.
Quizás deberíamos tenderla de vez en cuando, previo lavado y así, al sol, realzar sus colores. Y rezar -para el caso de que se nos vuele- que algún buen vecino nos la alcance antes de desesperarnos!
ResponderEliminarChe, ¿no tendrá algo que ver con la edad? yo antes (antes antes, no sé si me entendés) creía que la tenía. Y ahora ya, ni sé si la tengo, y tampoco me importa mucho tenerla. ¿Hay alguien que la tiene? Ya sé, tenés que tener anteojos negros y andar con auto con vidrios polarizados, y algo más,(para creerte que la tenés).
ResponderEliminarEsto da para volver.
Ah, no me dejes comentarios que me adulan. Me pongo colorado.
ResponderEliminarAh, me imagino el problema que tenés cuando tenes que usar el abrelatas, por ejemplo!!!!
ResponderEliminarSi algo me gustaría haber hecho en mi vida, es haberme dejado llevar por los dictados del corazón y no de la puta razón. Quizá, hubiese sufrido algo más, pero estaría en paz conmigo mismo y con el mundo.
ResponderEliminarBesho.
Buenísimo, Malena... antológico.
ResponderEliminar¿Tener razón?... para qué, ante quién... bástele a cada cual su locura. Como decía Don Quijote: "La razón de la sinrazón que a mi razón se face, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura."
Al fin y al cabo el sentido común es el menos común de los sentidos.
Lo voy a releer... me gustó tanto.
Besos dementes.
Parece que se desbocó el alazán de la cordura, y cabalga sin riendas, por campos desconocidos de vértigo y sinrazón...Abrazos de carretera, sin equipaje…solo el viento.
ResponderEliminar¡Qué razón tienes! Uy, se me escapó la aporía irónica.
ResponderEliminarEn fin, las razones son como la comida. Están para ser masticadas, engullidas y digestionadas. Si uno se las queda...
yo noto que no me siento ya dueña de niguna creencia, de ninguna razón, antes era taxativa, hoy todo lo contrario...qué lo parió!
ResponderEliminarYo creo que más que dueño, lo piola sería ser "poseedor temporario", un poquito yo, un poquito vos, otro poquito un tercero. Además la razón aparte de grela es relativa, y fatua y casquivana. Y aunque sé que tengo razón en lo que digo, no lo quiero afirmar con altanera contundencia, al contrario, lo digo bajito para que casi no me oigas, porque como bien dijiste a veces está bueno darle la espalda a la razón y que la vida te sorprenda a traición con la punta filosa del puñal del desvarío y la locura. :) "porque el corazón tiene razones que la razón desconoce".
ResponderEliminarY el que tiene la razón que la ate y el que no, no. :)
Me ha encantado Malena, tienes mucha razón, pero no te la doy porque no es tuya ni mía, sino de la propia razón que a veces se va contigo y a veces con otras personas y te abandona, y a mi.
ResponderEliminarAbrazos
Marcelo:
ResponderEliminarSiempre y cuando hablemos de una razón de vuelo corto. Hay razones que se pierden irremediablemente, sin porteros ni vecinos salvadores. :)
Roberto:
Me debo estar poniendo vieja, entonces, porque si yo la tenía, no sé donde la dejé. Los de los autos con vidrios polarizados quieren hacernos creer que la tienen, pero nosotros ya estamos avivados.
Si no me dejás adularte en tu blog, te adulo acá. La verdad, me di un gustazo bárbaro recorriendo tu lugar. ¿Cómo no te lo iba a decir?
Y para abrir una lata me tuerzo toda. Ni hablar de los cuadernos con espiral.
Curiyú:
ResponderEliminarY si, se sufre más. Pero no siempre la razón tiene razón, aunque suene raro. El corazón también tiene lo suyo. Capaz que el secreto está en el equilibrio razón/corazón.
Kum:
Volvámonos locos. Al fin y al cabo, la razón va y viene.
Besos pirados.
Kimbertrancanut:
Ando así, como amazona del delirio. A ver adonde llego.
Ramón:
No me estarás dando la razón como a los locos, no? :)
Hay razones difíciles de digerir.
Emma:
Ah, la vehemencia de la juventud. Eramos los dueños de la razón y del mundo. Ahora apenas podemos defender dos o tres teorías, y hasta por ahí nomás.
Carlos:
ResponderEliminarEso es, de todo el instructivo, lo más difícil de aprender: dejar de lado la razón. A su vez, es lo que más satisfacciones nos trae.
Besos de locura desatada. :)
Anita:
La razón es una eterna casquivana.
Besos.
Me gustó eso de dejarla ir sin escandalo, agrego, sin culpa. Vió, ahí somos las histericas atacadas por los cambios hormonales.
ResponderEliminarEs bueno saber que va a volver.
Abrazo!
"Amazona del delirio...", ¡que bellísima expresión...!
ResponderEliminarYo, antes, solía tener "mucha razón"... Luego, con mujer y dos hijas que se compinchan entre ellas, cada vez me dejan tener menos razón y creo que "me obligan" a ser mas razonable...
Uy, que claridad de confusión... Creo que tendré que razonar un poco todo esto...
Un abrazo fuerte, Malena (me encanta oirte palabras como grela, yira, lunfardo, que nunca habia escuchado...)
Tienes toda la razón.
ResponderEliminar:P
Para mí, la razón, lleva siempre a la sinrazón de la mano. Además: seguro que ambas son igual de "grelas" (¡genial palabra!)
ResponderEliminarBesillos,
Magah:
ResponderEliminarViste? La razón vuelve (para volverse a ir dentro de un mes).
Beso.
Antiqva:
¡Es que las mujeres hacemos perder la razón a cualquiera! :)
La explicación de la palabra grela la puse para vos.
Abrazos.
Toro:
La tengo, pero soy tan despelotada que no la puedo encontrar. :S
Alice:
Es que la razón absoluta no existe. Siempre se esconde un poco de sinrazón en ella.
Grela, palabra tanguera si las hay :)
Mi amiga Malena se ha vuelto filósofa!!! Y una filósofa de las buenas.
ResponderEliminarExquisitos juegos de palabras, exquisitas verdades.
Un abrazo.
Curiosamente, yo escribí unas instrucciones para volverse loco. Un día las publico en el blog.
ResponderEliminarAbrazos fuertes,
PABLO GONZ
Patricia:
ResponderEliminarHay días que me levanto imposiblemente razonable y se me da por filosofar :)
Gracias a Dios, se me pasa rápido.
Pablo:
Me encantaría leerlas. Si no las publicás ¿me las podés mandar? Ya me picó el bicho de la curiosidad.
Abrazos.
Uh, estoy perdiendo la razón...volví.
ResponderEliminarche...MMMMMmmmmm tengo una pregunta: ¿Se puede cambiar la palabra razón, por la palabra amor?¡Perdón, perdón, perdón!!!! fue una idea, nada más!!!!
cuando no hay amor triunfa la razon cuando hay amor triunfa el sentimiento
ResponderEliminarLa razón no te la dan porque escasea. Besos.
ResponderEliminarRoberto:
ResponderEliminar¡¡¡¡¡¡Qué linda la foto del perfil!!!!!!!
Se puede cambiar razón por amor y el texto sigue siendo válido. Si, señor.
Muchito:
A veces el amor nos vuelve locos. Entonces, un poco de razón no viene mal.
Javier:
Es cierto. Son tantos los que andan haciendo ostentación de la razón que ya no queda nada para darle al otro.
Dejo besos a la troupe de quelonios pehuajenses, porque mamá tortuga se fue despacio a otros cielos.
ResponderEliminarYo no lo habría dicho mejor.
ResponderEliminarBastante ingeniosa :)
Un saludo.
Este es un tema para nunca acabar, tienes toda la razón acerca de la razón, a lo mejor no toda, no lo sé, deja ver que me dice el alma. Saludos, muy bueno.
ResponderEliminarCarlos:
ResponderEliminarManuelita quedó huérfana. Se terminó la infancia.
Los pehuajenses no podemos hacer nada para consolarla.
Edgar:
Buena manera de darme la razón, sin dármela del todo :)
Calabacita:
El alma tiene razón; escuchala.
Besos.