Escuchó el zumbido cerca de su cara y tiró dos manotazos al aire para alejarlo. Por escasos segundos lo logró.
Giró en la cama, dispuesta a volver al sueño, pero sintió que rozaba su espalda. Se cubrió con la sábana hasta que el calor pudo más y dejó escapar la pierna.
Entonces regresó. Su presencia se evidenciaba por el ruido molesto que alteraba el silencio nocturno.
Trató de encontrarlo a través del hilo de luz que se filtraba por la ventana pero fue en vano. Encendió la lámpara y se quedó en silencio, inmóvil, expectante.
Nada.
Había desaparecido.
Volvió a acostarse y a dormir hasta que sintió una punzada en la mejilla. En un acto reflejo su mano se dirigió con fuerza hasta el mosquito y logró aplastarlo.
La noche volvió a sumergirse en un mutismo solo alterado por el rasgueo de las uñas sobre su piel.
Siempre la historia la cuentan los vencedores.
ResponderEliminar(yo, si fuera mosquito, hubiera apuntado a esa pierna).
Te sienta la palidez del blanco, se resaltan los delicados rasgos de tus letras.
Un beso sobre la piel rasguñada.
Hubo empate...
ResponderEliminarY en relación a lo que comentó Carlos, a mi me gustaba más el negro, salvo esos dibujitos de arriba con nubecita y luna...
ResponderEliminarIgual me quedé pensando en los que dije: empate... ¿empate?
Creativo. Una cotidiana verdad veraniega con final infeliz pa el insecto.
ResponderEliminarMe gustó el detalle de la pierna afuera. Yo duermo así también.
besos,
No tengo piedad con los mosquitos.
ResponderEliminarAcabó bien.
A pesar del ardor.
Besos.
Carlos:
ResponderEliminarSolo puedo vencer a los mosquitos. :)
¿Te gusta este nuevo fondo? Es más "limpito", no?
Besos con caladryl.
Marcelo:
Fue una victoria a lo Pirro, como dice el título, jajajaja.
Del fondo anterior me gustaba mucho la foto de la cabecera, pero como soy bastante corta de vista y me niego a usar anteojos, las letras blancas se me juntaban y veía mal. Los dibujitos están simpáticos. :)
El sereno de los faros:
La pierna afuera en invierno y verano. Es como si se negara a dormir. :)
Toro Salvaje:
Tuvo su merecido por provocador. Porque al cretino no le bastó con picar, tuvo que despertarme antes!
Veo q le diste una lavada de cara a Yuyo. Da algo más naive q el anterior ¿no? ¿Por qué la mano es de hombre? Quizás, una de mujer da bien.
ResponderEliminarEn fin, me atraen las secuencias mínimas en los cuentos.
Sigo con la lectura.
bye
Intuía que el relato era autobiográfico y que esa pierna era tuya. :)
ResponderEliminarSi, es cierto. Casi naif.
ResponderEliminarEn realidad, estoy buscando un fondo que sea claro (por lo que le explicaba a Marcelo de las letras blancas), que sea bastante limpio para que el dibujo no condicione los textos, pero que tenga "algo" ... un "nosequé". Viste como somos las mujeres.
Sigo en la búsqueda de la imagen definitiva. En el cambio está la evolución. :)
Nos vemos.
Besos.
Hmmm ... Carlos, estabamos escribiendo al unísono!
ResponderEliminarVos siempre me intuís. :)
Pasa que soy muy intuyador.
ResponderEliminarMe gusta cómo estás decorando el blog, es minimalista, me gusta el blanco, siempre es de día, y lo siento con las ventanas muy abiertas.
ResponderEliminarAireado.
Me gustan los dibujitos, son como travesuras en la pared, le falta un yuyito suburbano, una luna, o un empedrado ;)
Y muy bien lo de aplastar al mosquito, me estaba poniendo molesta hasta a miiii!!!!!!
Besos.
Jjajjajaa, no había visto a la luna!!!!!!!
ResponderEliminarfalta el yuyito =P
HOLA
ResponderEliminarMuy bacano este escrito dedicado al santo invencible...el san...cudo
BESOS Y ABRAZOS
STAROSTA
(UN PRODUCTO DE TU IMAGINACION)
PD (En voz baja) :
Si sabias que me encanta tu blog...pero no le digas a nadie......que sea secreto
wishpers....
Carlos:
ResponderEliminarUsted es muy intuyero. Yo lo sé.
Pato:
Berretines de chicata, jajajaja. Tiene lunita, cafecito, estrellas. Un chiche. ¡¡Y es clarito y veo bien las letras!! Voy a ver si alguien que entienda algo de diseño le puede agregar un yuyito y ponemos una mano femenina (consejo muy bueno de efa).
Si a mi hay algo que me molesta de los mosquitos es la manía de publicitarse. Zzzzz ... zzzz ... zzzz ... ¡Ma' picá de una vez y dejate de embromar!
Starosta:
El pobre San Cudo terminó como mártir de la picadura.
PD:
Sssshhhh, te prometo que guardo el secreto, pero vos prometeme que vas a actualizar tu blog así te sigo leyendo. Pero mutis, eh.
Me gustó mucho, Malena. sólo una cosa, intentaría no poner la palabra mosquito, ya es bastante explícito. Pero no me hagas mucho caso, aveces hablo a la ligera.
ResponderEliminarUn abrazo.
David.
(hasta que cambies la presentación) ;)
ResponderEliminarEse lápiz naranja que en tu mano,
dibuja cuatro estrellas y una nube,
y una luna que sube, sube y sube
a coronar tu reino de verano;
ese lápiz, de trazo cotidiano,
yo lo tuve...
(que no todos los jueves han de ser cobardes)
David:
ResponderEliminarGracias.
Te cuento por qué en ese momento y no antes lo menciono: durante la noche, en el momento en que empieza a escucharlo, era el "enemigo" sobredimensionado, la obsesión por encontrarlo, el ladrón del sueño. Cuando lo aplasta, se hace corporeo y toma la dimensión real de pobre mosquito.
Pero tomo nota. Me gustan tus sugerencias.
Carlos:
Si me das permiso, y porque hoy tengo un jueves valiente, cambio las palabras tuyas de la columna por estas.
Pero el amuleto lo dejo a mano, eh!
Decime donde lo dejo y te llevo uno de esos aparatitos que se ponen la tabletita y te provocan una sonrisa amplia mientras pensás ... ja ahora el problema es tuyo.
ResponderEliminarMe hiciste reir, me pasó anoche, a pesar que vivo en un piso alto y no se animan...seguramente algún rebelde viajó en ascensor.
Es un gusto leerte.
Un beso
Juan
Es que los mosquitos que aparecen con la primera noche de calor nos encuentra sin provisiones anti-vampiros. :)
ResponderEliminarEl que te atacó anoche era un alpinista, seguro.
Cuando advierto que un ser tan pequeño puede molestarnos tanto, creo en la justicia de la naturaleza, que a algunos les reparte inteligencia, a otros músculos y a otros, aguijones sanguinolientos.
ResponderEliminarUn beso!
Permiso dado. :) (aunque mis versos aquí son más tuyos que míos)
ResponderEliminarese lápiz de trazo cotidiano,
yo lo tuve... después lo cambié por una Mont Blanc laqueada con pluma de oro. :) pero ya no dibujaba lo mismo.
Marcelo:
ResponderEliminarLa naturaleza es sabia. Pero algunos llegamos tarde al reparto :S
Dos besos!
Carlos:
Gracias.
Yo sigo con el pobre lápiz, que encima se tiene que bancar que lo mordisquee.
Qué lástima que hubo que darle muerte a ese pobre animalito de la Creación... hubiera sido más justo dejarlo vivir y a la mañana siguiente interrogarlo hasta que confiese quién lo manda a interponerse ante los sueños de uno.
ResponderEliminarQué bonito relatado.
Un beso,
D.
Hola, bello blog, preciosas entradas,te encontré en un blog común, si te gusta la poesía te invito al mio,será un placer,es,
ResponderEliminarhttp://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
muchas gracias, pasa buena tarde de viernes, besos.
Pobre, si el mosquito lo único que quería era dormir con ella.
ResponderEliminarSaludos
Daniel:
ResponderEliminarEra la idea cuando prendí la luz, pero después me dejé llevar por un estado de emoción violenta!
Don Vito:
Muchas gracias. Voy a pasar a visitarte porque me gusta mucho la poesía. Buen fin de semana.
Sandro:
Uy, vos decís? Pobre, ahora me dio penita.
No creo que seas una de las que llegó tarde. Sí creo que mis categorías quedaron algo estrechas. No tengo otro remedio que preguntarte si tenés solamente una de las tres, o todas. En realidad creo que hay dos que tenés...
ResponderEliminar¿Vos estás sugiriendo que tengo dos aguijones sanguinolientos?
ResponderEliminarHahaha. ¡Buenísimo!
ResponderEliminarDejó huella, pues.
Un saludo.
Se fue, pero su recuerdo sigue aquí. :D
ResponderEliminarNo es lo mismo un mosquito que una mosca (la cosa no va de sexismos, lo prometo). El mosquito es pequeño, pero letal; sabes que su objetivo es libarte la sangre. Además, su zumbido provoca una molestia psicológica, insidiosa.
ResponderEliminarLa mosca es más tolerable. Pulula a tu alrededor, pistea, planea, juega con el mibiliario, pero posee la cotidianeidad del perro, su aplomo. Además, sabes que su misión no es parasitar a costa de tus fluidos.
De todas, todas, me quedo con la mosca. Me inclino a la piedad y el perdón ante ella. Con un mosquito, sin embargo, soy implacable. ¡Zas!
A favor de las moscas agrego: son diurnas. ¿Alguna vez una mosca te molestó de noche?
ResponderEliminarPero hay uno de la familia que creo que la gana a ambos en esta cuestión de molestar: el moscardón.
Vaya, un mosquito en el cuarto... ¡Que pesadilla!... Y cuando, al fin, lo mato, luego, soñó que seguía revoloteando alrededor de su cara...
ResponderEliminarUn saludo
Un mosquito en el cuarto es lo peor que te puede pasar.
ResponderEliminarMe gustó el final tuyo. :)