Lo repito acá y pido perdón a quienes ya lo leyeron.
Nos educaron con películas de muchachitos que se enfrentaban al mal sin pestañear. A nadie se le ocurrió pensar que a Batman le tembló el pulso al enfrentar a sus archienemigos o que a Clint Eastwood le sudaban las manos al desenfundar su revólver. Los malos sí. Los malos temían a la furia de los buenos, aunque se dejaban matar. Los peores eran los tibios, los mediocres, los que salían escapados de los bares cuando las cosas se ponían pesadas. Esos nunca iban a entrar en la historia, aunque iban a vivir para contarla.
En el cine, el miedo era pecado.
En la realidad, el pan nuestro de cada día.
Y sin embargo, a pesar de esos miedo tangibles, tan propios de los que no tenemos máscaras protectoras y capas que repelen balas, algunos hombres se animan. Contra todo pronóstico, se animan. Con miedo, se animan. Y nos salvan a nosotros, los que no somos protagonistas, y nos hacen creer que se puede. Porque se puede, más allá del miedo.
... Así que ambulo por suburbios cada vez más remotos del periodismo, hasta que al fin recalo en un sótano de Leandro Alem donde se hace una hojita gremial, y encuentro un hombre que se anima. Temblando y sudando, porque él tampoco es un héroe de película, sino simplemente un hombre que se anima, y eso es más que un héroe de película.
Rodolfo Walsh - Operación masacre
Nada de pedir perdón por estas cosas. Que no queden en el olvido es misión.
ResponderEliminarUn beso, amiga.
"Para no olvidarnos de los que se animaron" ... exactamente.
ResponderEliminarTambién la parte más atroz de nuestra historia nos muestra cómo fuimos, cómo somos.
ResponderEliminarSaludos, Malena.
Admirable, Walsh.
ResponderEliminarUn abrazo.
La memoria. Hay que estimular a la memoria. Porque somos muy flojos de memoria. Suceden tantas cosas en esta bendita tierra. Desde todos los ámbitos intentan hacernos olvidar, manipular, enfrentar... Mientras recordemos y nos hagamos cargo de cada una de nuestras acciones y bancarnos la responsabilidad que eso conlleva, vamos a poder mirar hacia adelante con ojos esperanzados. En honor a todos los que desde su lugar lucharon por mostrar lo que realmente estaba pasando.
ResponderEliminarAbrazo, Male!
Bee, estamos de acuerdo. Hay que estimular la memoria, aunque duela, sin dejar de hacernos cargo de nuestra responsabilidad.
EliminarPara no volver a escribir lo que acabamos de postear, te invitamos a que pases por nuestro blog, donde él escribió sobre el tema.besos
ella
Malena, recuerdo algo que me contó él.
ResponderEliminarComenzó a tener miedo cuando ya había dejado de militar, ya entrado el '79, sin estructura partidaria que lo contuviera.
A la noche, en la cama con su ex-esposa, espalda contra espalda, el miedo lo mantenía despierto, escuchando las sirenas de los patrulleros, o el ruido del ascensor, pensando que los venían a buscar, y, sólo muchos años después , pudieron enterarse de que a los dos les había pasado lo mismo y no lo habían podido compartir, por no asustar al otro.
El miedo, también, hacía que, al tomar un subte, antes de que la puerta se cerrara, se bajaba, constatando que el andén hubiera quedado vacío para luego tomar el siguiente... o lo hacía pasar por la puerta de su casa, seguir de largo, dar vuelta a la manzana y recién entonces, entrar... y esto era siempre, por más de dos largos años, haciendo del miedo una práctica cotidiana.
Por suerte, él lo puede contar, muchos otros no tuvieron la misma suerte.
besos a todos
ella
Te agradezco tanto este comentario!
EliminarEn el blog de ustedes hablo de mi escasa noción de los sucesos en la época en que estaban ocurriendo, en gran parte por mi edad. Debe ser por eso que me sigue emocionando escuchar las historias de los hombres que se animaron, como él.
Malena,el miedo unas veces te hace actuar, hablar... otras, es tan fuerte que te hace callar y ocultar.
EliminarRecuerdo a un compañero de un pueblo chico, cercano a otro pueblo de la provincia de Buenos Aires. Estuvo diez años... sí... 10 años!!! sin contar que lo habían "chupado" y torturado durante varios meses, se lo habían llevado en La Plata, donde estudiaba medicina.
No se lo dijo a nadie, ni a sus padres, ni a la psicóloga que lo atendió unos años después. No pudo, ni siquiera, averiguar qué había pasado con la novia que había desaparecido junto con él.
Cuando lo soltaron, le dijeron... "no le digas a nadie..." y no lo hizo hasta diez años después...
besos de nuevo.
ella
Es triste que cuando pasa un tiempo todo se olvida.... Porque lo que se olvida, se termina repitiendo...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Por aquí aún andamos buscando familiares en fosas comunes, en cualquier cuneta. Mientras, la derecha intenta, como siempre, hacer que se nos olvide todo, como si nada hubiera pasado. Tenemos del deber de no olvidar, al menos, los que se nos llevaron un familiar que nunca volvió y no sabemos ni donde esta mal enterrado.
ResponderEliminarUn saludo.
Mi hijo de 15, el 23 no sabía que se conmemoraba el 24. Cuando se lo dije, musitó algo como: "Ah, sí...cierto". Dentro de 20 años no creo que haya siquiera una mención.
ResponderEliminarPero no hay nada peor que vivir con miedo.
Beso.
Es triste que, este día sea vinculado con un partido político... bah, ni eso, con quienes se subieron a la demagogia de enarbolar una bandera que, en esas épocas de Walsh, ni por lejos enarbolaban.
ResponderEliminarNo tuve miedos de subtes, en mis pagos no había, y tampoco tenía mucha noción de a lo que me arriesgaba, esa locura adolescente que nos lleva a pensar que nada nos pasará.
Siempre habrá recuerdos, más que memoria.
Besos, Male.
La libertad, Malena, es algo más que un estado de ánimo. Pero tampoco menos.
ResponderEliminarDesde España, recordamos.
En Roma, el año pasado, en la presentación de la traducción de Operación masacre al italiano, recordamos.
Para que no desfallezcan los ánimos.
Seguro que sabés que un 'inanimado' es un tipo sin alma.
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En Brasil tenemos nuestro día de recuerdo, porque en latinoamérica casi todos los países padecimos los mismos males, los mismos miedos, los mismos horrores.
ResponderEliminarSí, llegué tarde, es 5 de abril.
Un abrazo.
HD
Che, vine a ver si había una luz prendida, pero ni un fósforo!!!
ResponderEliminarNaaaa, vine a decirte buen fin de semana. Hace tanto.....
Tas bien?
Te mando un beso grande!
che, no pongas nada en el blog, pero de escribir no dejes, eh!!!! nienpedo!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Sos una capa!!!!!!!!!
ResponderEliminares el mejor comentario que me dejaron!!!
¿Sabés cómo te extraño????