Lo amaba.
Sólo él conocía mis temores, mis miserias, mis miedos, mis amigos, mis amores.
Desnuda frente a él, sin ropa y sin máscara.
Tanto me conocía que no necesitábamos hablar. Un par de miradas bastaban para comprendernos.
Compartíamos la casa, el trabajo, la cama, la vida. Sabía el talle de mis zapatos, el número de teléfono de mis amigas, los horarios de la facultad. Elegía mi ropa con exactitud de sastre, el color de las sábanas, la comida del almuerzo y la película del sábado. Me aconsejaba qué decir en el momento preciso y decía por mí las palabras que yo no podía pronunciar. Me ayudó a alejarme de esas compañeras que arruinaban mi reputación con su cercanía y fomentó mi gusto por la música clásica.
Tanto me conocía que sabía exactamente dónde encontrarme el día que lo dejé.
Por eso teñí mi pelo a lo Gilda, me compré este vestido rojo y cambio mi nombre cada noche.
Discúlpeme, caballero, no es personal si no le doy el número de casa.
Ya fue publicado en Barra Libre. A los que ya lo leyeron, disculpas.
ResponderEliminarVolver a leerlo fue un placer, pero... ¿nos conocemos de algo?, hay algo en usted que me recuerda a alguien. Son buenos recuerdos.
ResponderEliminarPd: disculpe si no le miro a los ojos. Estoy viendo París en su escote.
Besos fugitivos.
Es que la falta de misterio acaba con todo.
ResponderEliminarBesos.
A medida que iba leyendo un miedo ascendía a mi garganta. Un abrazo
ResponderEliminarEso mismo hizo una chica que amé y me tocó lidiar con su desprecio. Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
ResponderEliminarSiempre es bueno leer un texto como ese Malena. Muy bueno, diría. Después del sushi y los vómitos un poco de aire fresco.
ResponderEliminarAtendé el timbre!!
Malena, es un texto que llega poco a poco y muy dentro. Parece algo maravilloso y poco a poco Enrique me iba agobiando a mi también, hasta el punto que pensé que la narradora tenía alguna enfermedad y por eso él lo hacía todo. Menos mal que encontró su peluca.
ResponderEliminarUn gran abrazo
muy bueno!
ResponderEliminarque terrible debe ser cuando te agobian tanto!
DAME AIREEEEEEEE!!!!
besos
Lil.
Estar siempre perseguida, buscada, siempre lejos de la vida por su persecución. Es temible.
ResponderEliminarBlogsaludos
Siempre he pensado que debemos complementarnos pero núnca suplirnos, y siempre deberíamos tener nestras islas infranqueables, solo nuestras y creo que eso entiquece a la pareja.
ResponderEliminarUn beso Malena
Bien hecho!!!!
ResponderEliminarHay solicitudes que asfixian ...y la asfixia sostenida mata.
Besos,Malena!
Excelente texto Male! La rutina, la falta de Sorpresa, son un camino directo al un final...
ResponderEliminarPD: Amo el rojo! ;)
Besos!!
Me da un no se qué leer esto. La vida tan lineal es aterradora.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gustó tu elección a lo Gilda, ya te imagino cantando, meneándote y soltando uno de tus guantes largos por los aires!
ResponderEliminar;)
Yo cre que el le digitaba tanto la vida, que fue una gran sorpresa encontrarlo esa noche.
ResponderEliminarAbrazo!
El tema es,lo dejes o no lo dejes siempre esta vigente la muletilla de Gatica...
ResponderEliminarA toda Gilda le llega su Glen Ford...
AVISO: esta no es la muletilla de Gatica
das toda tu confianza.
ResponderEliminarTe entregas entera.
...y cuando llega el naufragio estas expuesta a las obsesiones del otro.
Una fea manera de aprender.
Deseo que, con el tiempo, tu prota pueda volver a confiar en alguien.
Confiar es lindo.
"i wanna fly
ResponderEliminarfrom this dirty boulevard..."
aunque en este caso está demasiado limpio.
salú!
Kum:
ResponderEliminarCreo que a ese asterisco lo tengo visto. Su sombrero me despista.
¡¿Tan grande es mi escote?! :)
Toro:
La falta de misterio es terrible. Vos lo sabés, por eso tu avatar es así, no?
Vera:
Esos tipos son los típicos obsesivos, dignos de temer.
Cuervo:
Pero ¿vos eras como el tipo? ¡Decime que no!
Dany:
Vos sos de los que lo leen por segunda vez, pobre.
¿Atiendo? ¿Te parece? Bueno, pero después no digas ....
Anita:
Es que, generalmente, los Enrique utilizan la estrategia de hacernos creer que todo es maravilloso ... si hacemos las cosas como ellos quieren. Si no, el espanto.
Lila:
Es alienante, agobiante, hartante.
TERRIBLE.
Adivín:
En eso hace agua mi personaje. Debería quedarse y hacerle frente en lugar de escapar. Pero el miedo no es tonto.
Carmela:
Creo que esa es la clave para que toda pareja funcione: complementarnos sin suplirnos.
Patricia:
Cuando se le pase el miedo, va a respirar aún mejor!
Mariposa:
Si hay que salir de una vida gris, que sea vestida de rojo!
Halcón:
A veces lo lineal no es tan terrible si es algo que elegimos. Pero si encima tenemos que vivir siguiendo la línea que otro marca, es angustiante.
Axis:
Mientras no aparezca Glenn Ford, todo bien.
Cecy:
Espero que el camuflaje con la tintura sirva para que no la reconozca!!!
Starsky:
¿Dos potencias se saludan? ¿Cómo ruge la leonera? ¡¡¿¿Cuál es la frase de Gatica??!!
Guille:
Es hermoso poder descansar en alguien, mostrarle nuestros lados débiles y que no salga huyendo, sentirnos amados completos. Pero cuando usan esas vulnerabilidades nuestras para dañarnos (y hay mucho psicópata dando vuelta) el daño es enorme. Volver a confiar es una ardua tarea. Pero vale la pena.
F.
ResponderEliminarLejos de los boulevares de los sueños rotos. Volar bien lejos.
Ay Ay Ay. dificil matar ese ancho de bastos. Jodido es volver a confiar.
ResponderEliminarComo le decía a Guille (con redundancia incluida), los mayores daños te los provocan las personas a las que les das tu amor. A veces lo hacen queriendo, a veces sin querer, pero los resultados son los mismos. Quedarse anclado en el dolor es muy poético, muy tanguero.
ResponderEliminarLa letra de Tarde dice:
Y aunque quiera quererte ya no puedo,
porque dentro del alma tengo miedo.
Tengo miedo que se vuelva a repetir
la comedia que me ha hundido en el vivir.
Lamernos las heridas con morbo ... tanguero, si ... pero a mí no me va.
Elijo confiar y pensar que me puede tocar el ancho de espadas. Quien te dice.
Eso si que es amor.
ResponderEliminarsaludos
Un amor de locos.
ResponderEliminarUna doble lectura enrique-cedora. Eras la pelirroja del Diner's Club, te recuerdo (por mucho que te disfraces).
ResponderEliminarBesos.
De sentirse conocido a sentirse observado hay un paso. Y de ahí a asumirse vigilado, medio. Ninguna peluca es poco para esos casos.
ResponderEliminarUn saludo.
Me dio miedito........!!!
ResponderEliminarComo cantaba un flaco: lleva una doble vida.... La libertad siempre anda escapándose...
ResponderEliminarUn abrazo.
Ah, las mujeres ahora sois mas listas que el hambre... Bueno, lo habeis sido siempre, pero ahora lo ejerceis mas...
ResponderEliminarUn abrazo grande, Malena
Qué desgracia para el novio, marido o compañero o amigo o lo que fuera, que lo dejara justo antes de empezar a jugar a los personajes...
ResponderEliminarUn saludo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPerdón, Ud. no es???, la confundí con otra.
ResponderEliminarHay historias de amor tan transparentes que terminan volviéndose oscuras.
Siempre hay que ocultar el dato del último domicilio.
Como siempre, muy bueno lo suyo!
ResponderEliminarCreo que también se da el caso a la inversa. hay más de una Lady por ahí con un pasado de pelo a lo Gilda y vestido rojo, lo mejor es no invetigar los pasados.
No está mal entregarse hasta los huesos...pero el que se quema con leche...
Tal vez la reconozca, quiera conocerla, pero no tiene máscara todavía, ¿o sí?
ResponderEliminarTremendo y bueno por igual. Tan real que da escalofríos.
ResponderEliminarJ&R
Excelente, Malena. Me recuerda mucho a Closer (esa en que actúan Natalie Portman, Jude Law, Julia Roberts) y también al realismo sucio.
ResponderEliminarBravo, algo distinto y fresco, hacia tiempo que no veía cosas así.
ResponderEliminarSaludos El Peregrino
PD: Te invito también a pasar por mi nuevo blog (nochesdemateymelancolia.blogspot.com)
De un extremo al otro. A lo mejor si hubiera usado pelucas con el anterior.
ResponderEliminarUn beso.
Yo saldría huyendo también de alguien que me conociera tanto. Relato genial, como siempre, Malena.
ResponderEliminarUn beso,
Y yo que pensaba que estabas describiendo al marido perfecto! :-)
ResponderEliminarLa complicidad a la enésima potencia. Grande! Saludos del árbitro!!
ResponderEliminarParecía algo un poco enfermizo.
ResponderEliminarsuena tetricamente obseivo
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